Los creadores de la serie de HBO, Juego de tronos, D.B. Weiss y David Beniof, tienen la reputación de poseer un ojo de águila cuando se trata de insertar detalles ocultos con grandes significados en diferentes escenas del programa. Se puede decir que los meticulosos trajes utilizados en pantalla fueron personajes extra con su propia trama, la cual fue evolucionando junto con la persona que vistió la prenda. Nada se dejó al azar al diseñar la indumentaria de Daenerys Targaryen, Cersei Lannister o Jon Snow: detrás de cada color y costura había una historia.
En el caso del elaborado vestido que Sansa Stark usó durante su coronación como la Reina del Norte, sutiles detalles se escondieron en él, los cuales resaltaban su linaje y la transformación de su personaje.
Corona en honor a Robb Stark
La corona de plata que utiliza Sansa tiene dos temibles lobos huargo unidos, muy similares a los del broche que usaba su hermano, Robb Stark, después que ser nombrado Rey del Norte. Sin embargo, a diferencia del hombre, la tiara de Sansa muestra a los lobos aullando hacia arriba. Además, el más pequeño está sosteniendo al más grande, simbolizando que, al final, los hermanos Stark se apoyaron el uno en el otro para poder sobrevivir. La nueva reina honró las palabras que le decía su padre, Ned Stark, cuando ella era apenas una niña inocente: “En el invierno, el lobo solitario muere, pero la manada sobrevive”.
Los detalles de la parte trasera de la corona
Durante años, Sansa fue atormentada por la reina Cersei, pero también es válido decir que aprendió mucho de ella sobre cómo gobernar un reino. Por eso, en honor a las enseñanzas que le dejó su estadía en King’s Landing, la diadema que usó Sansa en su coronación es un reflejo de esa época. La parte de atrás de la tiara tiene la forma de un simple anillo entrelazado, muy similar a la que usaba Cersei en temporadas anteriores. Sin embargo, la gran diferencia es que la que llevaba esta última terminaba en la unión de los dos lazos para formar el león de la casa Lannister, mientras que la de Sansa culmina en dos lobos.
El peinado
La larga melena roja de Sansa Stark generó ciertas discusiones durante las ocho temporadas, y los complejos peinados que utilizaba eran admirados por los fanáticos. Sophie Turner, quien interpretó al personaje, reveló en una entrevista que el estilo del cabello era pensando meticulosamente, y cada temporada tenía un significado diferente: “El pelo de Sansa refleja constantemente la gente de la que aprende, que imita o en la que se inspira. Cuando es la prisionera de Cersei, absorbe sus técnicas de manipulación, y eso se refleja en su peinado”, dijo la actriz. Tras convertirse en la Reina del Norte, Sansa no está bajo la influencia de nadie, es complemente ella. Por eso, en esa ocasión no luce complicadas trenzas o peinados elaborados, sino un estilo propio.
Escamas en honor a la Casa Tully
Las mangas del vestido de Sansa estaban bordadas al estilo de las escamas de un pez, en representación de la Casa Tully, la familia de su madre, Catelyn Stark (previamente Tully). Ella murió durante la boda roja junto con su hijo, Robb Stark, un evento que evidentemente dejó marcada a Sansa.
Hojas del árbol de weirwood
El intricado trabajo de bordado no fue exclusivo para la parte de las mangas. En el interior de la prenda se plasmaron las hojas rojas del weirwood (árbol arciano), como si estuvieran cayendo al suelo. Este árbol mágico solo crecía en los bosques del Norte, y es allí en donde el padre de Sansa, Ned Stark, pasaba mucho tiempo rezando. En las últimas temporadas, los chicos Stark usaban el espacio de veneración para planificar sus metas y meditar.
La capa de un solo lado
La diseñadora de vestuario también explicó los detalles de la capa de un solo lado que Sansa utilizó. La estola de piel de lobo negro cayendo hacia un lateral reflejaba sutilmente la forma en la que caería si realmente llevara al animal alrededor de su cuello. La asimetría de la capa era similar a la que usaba su hermana, Arya Stark. Este gesto también fue un guiño al padre de ambas, quien usaba la prenda de la misma forma.
La capa negra en honor a Jon Snow
La emplumada estola también rinde homenaje al hermano de Sansa, Jon Snow. Durante su estadía en la Guardia de la Noche, él usó una abrumadora capa negra muy similar a la que Sansa vistió durante su coronación.
La aguja propia de Sansa
En la primera temporada, Jon Snow le entrega a Arya una pequeña espada, y le dice que debe ponerle un nombre, a lo que su pequeña hermana responde que la nombrará “Aguja”, ya que Sansa tenía sus agujas de costura, y ahora ella tendría una propia. El gesto tuvo una gran importancia a lo largo de la serie. Cuando la vida de Sansa se volvió más oscura, ella empezó a utilizar un collar en forma de círculo con un alfiler atravesándolo. Igual que su hermana, Sansa nombró a la joya “Aguja”, ya que reflejaba su inocencia. De niña, a ella le encantaba coser, y sus bordados eran admirados incluso por la reina Cersei.
La piel de direwolf y el color gris por su padre, Ned Stark
El bordado de las mangas no solo tiene la forma de las escamas de un pez, sino que el diseño también fue tejido para que representara el pelaje de un lobo huargo. De esta forma, se rindió homenaje a las dos casas de los padres de Sansa, Tully y Stark. Además, el gris del vestido es una referencia a los colores de Ned y su linaje.
El material de la prenda fue el mismo que usaron para el vestido de boda de la reina Margaery Tyrell
“La oscura prenda se hizo con la misma tela que se usó en el vestido de novia de Margaery. Para Joffrey, Sansa tenía un vínculo con ella”, explicó Michele Clapton. Sin duda, durante la tercera temporada de Juego de tronos, Margaery fue la única amiga de Sansa en King’s Landing, e incluso intentó casarla con su propio hermano, Loras Tyrell, para alejarla de las garras de Cersei y Joffrey.
El look completo se asemeja a la escena en la que sus hermanos, Robb y Jon, fueron nombrados reyes
Dos de las escenas más icónicas de toda la serie fueron cuando nombraron a Robb Stark como Rey del Norte en la primera temporada, y cuando sucedió lo mismo con Jon Snow años después. En la escena en donde los norteños aclaman a Sansa como reina se usó el mismo emocionante cántico que durante el nombramiento de sus hermanos mayores.
El mensaje completo de la diseñadora en Instagram
“La oscura prenda se hizo con la misma tela que se usó en el vestido de novia de Margaery con Joffrey… Sansa tenía un vínculo con ella.”
“El vestido también tiene hojas cayendo como patrón. Hay un lobo emplumado y bordado sobre su hombro que no se ve aquí, y hermosas hojas de cuentas rojas que caen de una manga. Las mangas tienen una textura como la de la piel en el primer siglo. El corpiño de metal cuenta con las ramas crecientes del árbol arciano. La corona son dos lobos huargos aullando. Nada se ha creó al azar… En las escenas finales, ¡son mis manos las que visten a Sansa! Gracias David y Dan por hacerlo posible”. – Michele Clapton
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Los detalles de la silla de Sansa y el barco de Arya representan al lobo huargo de la casa Stark
En las primeras temporadas, Sansa y Arya Stark buscaban constantemente su propia identidad. Sin embargo, para las escenas finales de la serie, las hermanas lucieron el lobo huargo en representación de su herencia. Los detalles del trono de Sansa y el barco muestran al distintivo animal aullando.
Bonus: Actrices de Hollywood cuya preparación para el papel merece un capítulo aparte
Emily Blunt, Al filo del mañana
El objetivo principal de los entrenamientos de Emily Blunt era la fuerza, la resistencia y… la flexibilidad de las articulaciones. La actriz tuvo que llevar un exoesqueleto que pesaba casi 30 kg y realizar trucos, evitando lesionarse. Cuando, después de varios meses de entrenamiento diario, Blunt se puso el disfraz de la sargento Rita Vrataski por primera vez, lo que pensó fue: “Oh Dios mío, voy a llorar”.
Alicia Vikander, Tomb Raider: Las aventuras de Lara Croft
Para ponerse en forma antes del rodaje de Lara Croft, la actriz tardó unos 7 meses. Su entrenador elaboró un plan especial para ella que simulaba el entrenamiento de atletas profesionales y se quedó encantado con su enfoque de trabajo. La disciplina adquirida por Vikander durante sus estudios en la escuela de ballet dio sus frutos y ayudó a soportar el régimen de entrenamiento: rutina de fuerza — 6 veces, montañismo — 2-3 veces, boxeo — 4 veces a la semana.
Zoe Saldaña, Star Trek: sin límites
Zoe Saldana dio a luz a gemelos en diciembre de 2014, y enseguida tuvo que ponerse en forma para el rodaje de la película Star Trek: sin límites. Casi todo el 2015, la actriz trabajó en su físico. Dado que Zoe no es una gran admiradora de las cintas de correr, su entrenadora ha elaborado un programa especial para ella con elementos de baile y boxeo.
Después de 9 meses de arduo trabajo, la actriz se quedó feliz por haber podido ponerse el disfraz de Gamora del año 2013: “No puedo creer que me haya puesto el disfraz viejo después de que nacieran los gemelos. Mamás del mundo, si yo lo hice, ¡entonces ustedes también sabrán hacerlo!”
Brie Larson, Capitana Marvel
A Brie Larson tampoco le gusta mucho el gimnasio y se perfecciona más intelectualmente que físicamente. Para obtener el cuerpo de una superhéroe, trabajó bajo la dirección de un entrenador experimentado 5 días a la semana durante 9 meses, aumentando gradualmente los pesos y la carga de trabajo. La rutina duraba hasta 4 horas al día. Como resultado, tiene suficiente fuerza que le permite hacer el puente con una barra que pesa 125 kg.
Gal Gadot, Mujer Maravilla
La belleza refinada de Rápidos y furiosos se transformó por completo para el papel de Diana Prince. El entrenamiento de Mujer Maravilla comenzó seis meses antes del inicio del rodaje y duraba 6 horas al día: “Me entrenaba 2 horas en el gimnasio, 2 horas aprendiendo coreografía y 2 más practicando equitación. Fue muy difícil”.
Charlize Theron, Atómica
La actriz se adaptó tan armoniosamente a la imagen del agente del MI6 que el guión de la película fue transformado durante su entrenamiento, y las escenas de peleas se hicieron más complicadas. El equipo de filmación estaba dispuesto a volver a rodar estas escenas tantas veces cuantas fuera necesario. Pero al ver la velocidad con que la actriz dominaba las técnicas de las artes marciales, entendieron que no habría necesidad de hacerlo: Theron realizaba los movimientos de tal forma que la segunda toma no fue necesaria. A pesar de la presencia de los dobles de riesgo en el set de rodaje, Charlize realizó el 98% de todas las acrobacias por sí misma, excepto aquellas donde había que caer por la escalera y saltar desde cierta altura.
Daisy Ridley, Star Wars (episodios de 2015 y 2017)
El papel de Rey en Star Wars (El despertar de la Fuerza y Los últimos Jedi) le dio un gran reconocimiento a Daisy Ridley: antes de eso, protagonizó varios programas de televisión y cortometrajes. Para esculpir el cuerpo de una guerrera, la actriz entrenó durante 5 horas al día, 5 días a la semana. Su rutina incluía escalada, kickboxing y levantamiento de pesas. Hasta el rodaje en Star Wars, la chica no solía practicar deportes.
Tessa Thompson, Thor: Ragnarok
Para convertirse en la Valquiria ideal, Tessa Thompson tuvo que ganar 6,8 kg de masa muscular, entrenando 6 días a la semana. Su entrenador incluso controlaba el trabajo de los cocineros durante el rodaje, de modo que Tessa tuviera la dieta adecuada: muchas verduras, suficientes carbohidratos y una cantidad moderada de proteínas.
Margot Robbie, Yo soy Tonya
Margot Robbie siempre ha mantenido un excelente estado físico, pero para el papel de la patinadora tuvo que pasar por uno de los regímenes de entrenamiento más intensos que jamás había tenido. 4 horas al día, 5 días a la semana durante varios meses, la actriz ganó masa muscular y aprendió a patinar bajo la supervisión de coreógrafos profesionales.