Si nunca has tenido que estar colgado, atado con una cinta adhesiva a la señal de tráfico o no has tenido que teñir tu cabello de colores inimaginables, entonces la persona con la que has perdido una apuesta simplemente no ha sido capaz de inventar algo divertido para celebrar la contienda. Pero los protagonistas de nuestro artículo tuvieron que soportar algo todavía más fuerte. ¡Prepárate!
La redacción de Smalljoys apuesta a que te gustará esta selección de 17 imágenes. De lo contrario, nuestro autor ya tiene garantizado un nuevo corte de pelo, cuanto menos, inusual.
“Trabajo en un centro de rehabilitación. Le prometí a uno de los pacientes que me afeitaría si éste alcanzaba un cierto objetivo. Él lo hizo. Mañana me verá como si fuera un niño pequeño”
“Mi padre es el director de la escuela y apostó con sus alumnos a que juntos deberían leer 1.000 minutos sin parar. El premio fue empujarlo por el pasillo en un triciclo y con la ropa puesta del revés”
“Mis padres prometieron pagarme 1.200 USD si hasta cumplir los 21 años ni una vez probaba el alcohol, los cigarrillos y las drogas. En mis manos, un contrato firmado desde que tenía 8 años”
“Mi hermano dijo en broma que, por Navidad, lo harían feliz 100 regalos de la tienda ‘Todo a un euro’. La abuela aceptó el reto”
“Este hombre de 86 años me desafió a una competición de baile en barra. Él ganó”
“Acepté una apuesta por la que me veía obligado a guardar billetes de 5 libras durante todo un año. Ya tengo 104 billetes”
“Todos los días de Acción de Gracias, mi prima apuesta conmigo a que me va a ganar jugando a las damas. Documento sus derrotas durante 9 años consecutivos”
Este director de 61 años de edad en una escuela de Suecia prometió teñirse el pelo de rosa si un alumno conseguía terminar 9 cursos. Y lo hizo
“Una chica de mi equipo dijo que podría caber en un armario para guardar cosas. Y lo demostró”
“Mi jefe, por fin, me dio el dinero que gané en una apuesta. En monedas”
“Perdí una apuesta y tuve que pasar por el servicio de seguridad disfrazado de dinosaurio. Me dijeron que era muy lindo”
“Perdí la apuesta y tuve que quedarme 3 horas en la tienda con una familia de maniquíes. El dependiente me pidió que me fuera al pasar una hora”
Este hombre perdió la apuesta y se vio obligado a permanecer colgado junto a una señal de tráfico
“Un amigo se jactó de que podía meterse toda una caja de pajillas en la boca sin rechistar. No estoy decepcionado por la imagen”
“En la sala de billar me dijeron que no podría equilibrar la pelota encima de los tres palos. Nadie más jugó aquella noche”
“Simplemente, le dijimos a nuestro hijo que no podía atrapar a una gaviota”
“Un amigo perdió una apuesta con su profesor de historia”
¿Alguna vez perdiste una apuesta? ¿Y cómo tuviste que pagar?