X
    Categories: Spanish-parenting

9 Errores de los padres que pueden obstaculizar el futuro de sus hijos


Todos cometemos errores al criar a nuestros hijos. Incluso al convertirnos en adultos, no somos perfectos y no siempre podemos saber cómo nuestras acciones se ven desde afuera y cómo afectarán en la generación que estamos creando. Pero algunos métodos de crianza aportan más daño que beneficios.

ADVERTISEMENT

Smalljoys decidió averiguar qué errores cometen los padres y a qué conducen.

1. Regañar o castigar delante de extraños

A veces, un padre o una madre pierde la paciencia, grita o incluso castiga a un niño delante de desconocidos. Y en ese momento, pocos son los que piensan sobre lo que dirán los demás. Pero el niño, aunque inconscientemente, tiene en mente la opinión de los que lo rodean. Y el castigo en público socava por completo la confianza del pequeño en sí mismo. Genera en él un fuerte sentimiento de vergüenza, del cual es muy difícil desprenderse.

ADVERTISEMENT

2. La influencia del pasado

Lo que sucedió en nuestra infancia deja su huella en nuestra actitud hacia la crianza. Pero esto no significa que todos estén condenados a repetir los errores que cometieron sus padres. Es importante aceptar esta experiencia e intentar proteger a la próxima generación de esa negatividad.

Por ejemplo, hoy en día se sabe que el castigo físico tiene solo consecuencias perjudiciales. Pero incluso muchos padres modernos recurren a este, justificándose a sí mismos que así se trataban en su familia a los más pequeños. No debemos justificarlo de este modo en absoluto. En vez de eso, vale la pena esforzarte por ser quienes rompan esta cadena de experiencias negativas.

ADVERTISEMENT

3. Frialdad excesiva

Si rara vez abrazamos a nuestro hijo o no le decimos que lo amamos, se separa emocionalmente de su familia. Cuando no prestamos atención a sus sentimientos y opiniones, mostramos indiferencia: es muy probable que el pequeño se comporte de la misma manera que los que le rodean. Le será más difícil acercarse a alguien, confiar, hacer amigos y familia en el futuro.

ADVERTISEMENT

4. Malos hábitos

No es un secreto que los padres inculcan patrones de comportamiento a sus hijos. Y hay una fuerte conexión entre los hábitos de las madres y el sobrepeso en sus hijos. Si las mujeres intentaban seguir un estilo de vida saludable, el riesgo de obesidad en sus pequeños disminuía en un 75 %. Entre los hábitos saludables, los investigadores mencionaron una alimentación adecuada, ejercicio físico regular, mantener un índice de masa corporal normal, dejar de fumar, así como consumir alcohol en cantidades pequeñas o moderadas.

Además, la probabilidad de obesidad en los niños pequeños se reduce en un 30 % si con ellos juega y pasa más tiempo el padre.

ADVERTISEMENT

5. Hipercompensación

Nuestros antiguos resentimientos hacia nuestros padres pueden llevar a un rechazo total de sus métodos de crianza. Incluso cuando los adultos, de manera objetiva, hacían lo correcto. Como resultado, cuando interactuamos ya con nuestros hijos, podemos salirnos de la zona de su control, tratando de hacer todo de manera diferente.

Por ejemplo, si nuestros padres eran autoritarios, entonces podemos darles a nuestros hijos demasiada libertad, eliminando cualquier límite. Y esta reacción tampoco será buena para el pequeño: se sentirá abandonado y no necesario para nadie.

ADVERTISEMENT

6. Permisividad o hiperprotección

A menudo, los padres piensan que sus hijos son especiales y únicos y tratan de complacerlos en todo. Pero para el resto del mundo, son solo niños. Y si se acostumbran a que se les permita todo, se convertirán en egoístas con quienes es difícil incluso simplemente comunicarse.

A los niños sin control les esperan muchas decepciones fuera del hogar y no sabrán cómo lidiar con ellas. Al mismo tiempo, una sobreprotección hará que el niño tenga tanto miedo que temerá asumir cualquier responsabilidad o salir incluso un poco de su zona de confort, como por ejemplo, conocer gente nueva o comenzar una nueva actividad.

ADVERTISEMENT

7. Destrucción de la confianza

Al educar, es necesario establecer ciertas pautas de comportamiento, pero el niño también debe entender que siempre puede confiar en sus seres queridos. Sin embargo, la confianza de los niños (especialmente cuando son adolescentes) es muy fácil de perder si los padres no controlan sus emociones y los asustan, haciéndoles temerles a ellos mismos. Esto puede desencadenar una ruptura de los lazos emocionales con la familia y la pérdida de un sentido de seguridad.

Los niños se desarrollan mejor y se convierten en individuos sanos cuando su familia es su punto de apoyo, su isla de seguridad, desde la cual pueden zarpar de manera segura a explorar el mundo.

ADVERTISEMENT

8. Comportamiento agresivo

Los niños aprenden a enfrentarse a los problemas con el ejemplo de los padres cuando estos superan las dificultades de la vida. A veces estas son causadas por los mismos hijos. Y si los adultos los tratan de manera desagradable, a menudo manifiestan sus emociones negativas cuando los niños están en una edad temprana, toda esta montaña desencadena dificultades para controlar la ira. En estos casos, es especialmente nocivo el impacto de la madre en pleno conflicto de su hijo, pero el comportamiento del padre también afectará al pequeño.

ADVERTISEMENT

9. Huir de los problemas

Una de las maneras de “poner fin” a un problema es simplemente irse y no pensar más en ello. Pero eso no significa que todo se resolverá solo, como piensan muchos adultos. Después de una fuerte discusión entre los padres y un hijo, es necesario tratar de arreglarlo todo: recuperar la confianza.

Para hacer esto, hace falta calmarse y hablar en igualdad de condiciones, respetando al pequeño. Primero, escuchar cómo se sintió en aquel momento y tratar de ver el problema y a uno mismo desde su punto de vista. Después, el adulto debe contar lo que siente, explicar la causa de su explosión y disculparse. De esta manera, mostrará al niño que no se ha convertido en su nuevo enemigo y que el pequeño puede volver a confiar en él.

¿Aprendiste algo nuevo sobre la crianza de los hijos? ¿Cometiste errores similares y lograste solucionarlos? Cuéntanoslo en los comentarios.

ADVERTISEMENT

Bonus: 10 Cosas que tu hijo debe aprender desde niño para ser un adulto más feliz

1. Segundo idioma

Un estudio demostró que los niños que aprenden un segundo idioma se adaptan más rápidamente al cambio, tienen una mejor memoria y mayor comprensión del lenguaje. Esto sin mencionar que comunicarse en otras partes del mundo no será un problema para tu hijo y gozará de más opciones en el ámbito laboral. Por si esto fuera poco, científicos del Instituto de Investigación Rotman, en Canadá, comprobaron que hablar dos idiomas ayuda al cerebro a retrasar la aparición de Alzheimer en edad avanzada.

ADVERTISEMENT

2. Natación

Practicar cualquier actividad física nos permite tener una vida saludable. Lo que hace distinta a la natación es que, además de ser una habilidad que podría salvar la vida de tu hijo en una situación extrema o abrirle la puerta a distintas experiencias, fortalecerá sus extremidades y desarrollará mejor su coordinación. Nadar también ayuda a que su cerebro permanezca saludable por más tiempo, así lo señala un estudio publicado por el Centro Nacional de Biotecnología.

ADVERTISEMENT

3. Tocar un instrumento

El Diario de Neurociencia publicó un estudio en donde se descubrió que aprender a tocar un instrumento mejora las habilidades auditivas y ayuda a retrasar el deterioro de las capacidades del cerebro que son naturales de la edad. Esto se debe a que, cuando tocamos un instrumento, activamos varios sistemas cerebrales como el auditivo, motriz y el de percepción. Cuando tu hijo sea adulto, tendrá una mejor capacidad de comunicarse y expresarse de manera creativa.

ADVERTISEMENT

4. Bailar

Un estudio de la Universidad de Karlstad reveló que la danza mejora el desempeño en niños hiperactivos. Esta nos permite comunicarnos y expresar nuestras emociones por medio de nuestro cuerpo, y, con ayuda de la música, fomenta la creatividad, habilidades sociales, motrices y autoestima. Bailar también acercará a tus hijos a distintas culturas, y hará que tienda a ser más abierto y que tome confianza en su propio cuerpo.

ADVERTISEMENT

5. Reciclar

Reciclando contribuimos a cuidar a nuestro planeta y a dejar un mundo mejor para las siguientes generaciones, lo que ya es de por sí una gran ventaja. Pero reciclar es bueno para tus hijos, ya que está comprobado que dejar materiales reutilizables a su alcance fomenta su creatividad y psicomotricidad. Tu niño sabrá que no necesita de grandes recursos para llevar a cabo sus ideas. Por eso, Ecoembes en España fomenta la enseñanza del reciclaje en las escuelas para ayudar a crear conciencia sobre el consumo y el cuidado del medio ambiente.

ADVERTISEMENT

6. Limpiar

El orden y la higiene son indispensables para la vida de cualquier ser humano. Más que por los motivos prácticos, como llevar una vida saludable, es porque la organización ayuda a que los procesos mentales sean más estructurados y organizados. En Japón, valoran la limpieza como parte de la educación básica, no como una tarea que se debe llevar a cabo. Los alumnos participan de las tareas de aseo y limpieza de la escuela como parte de sus asignaturas.

ADVERTISEMENT

7. Sentido de orientación

Fomentar el desarrollo del sentido de orientación de tu hijo, además de ser bueno para su cerebro, le ayudará a conducirse con mayor facilidad no solo en su ciudad, sino en cualquier lugar en donde se encuentre. Un estudio revela que existe una clase de GPS interno que va creando redes en nuestras neuronas que, a medida que vamos aprendiendo, alimentan nuestro sentido de orientación y ayudan al cerebro a planificar rutas, mejorando nuestro proceso de toma de decisiones.

ADVERTISEMENT

8. Cocinar

Al cocinar con tus hijos mejoras su relación con la comida. Si los involucras en la preparación de un platillo, serán más cuidadosos al momento de ingerir alimentos y menos propensos a consumir comida chatarra. Con el solo hecho de seguir una receta, aprenderán la importancia de seguir instrucciones y explorará con sus sentidos cada ingrediente. Muéstrale lo que cada alimento hace con su cuerpo cuando cocinen y, si tu hijo aún es muy pequeño, comienza con cosas sencillas para evitar accidentes.

ADVERTISEMENT

9. Utilizar el dinero

Con la edad adulta, van llegando gradualmente las responsabilidades financieras y, si no estamos preparados, lo más normal es que cometamos errores. ¿Qué pasaría si tu hijo tuviera educación financiera? Tendría unas finanzas más saludables al llegar a la adultez. Es importante hacerle saber que el dinero es una herramienta, no un premio, y que no es suficiente con aprender a ahorrar, sino que además debe aprender a gastar sabiamente.

ADVERTISEMENT

10. Comunicar sus emociones

No existe tal cosa como estar feliz todo el tiempo. Algunas situaciones generan en nosotros emociones incómodas que no podemos evitar. Enseñarle a tu hijo desde pequeño cómo identificar dichos sentimientos, aceptarlos y comunicarlos es un aprendizaje que te agradecerá de por vida. La inteligencia emocional hará que tu niño pueda tomar decisiones y reaccionar adecuadamente en situaciones complejas.

ADVERTISEMENT

Enséñale a relajarse

En las escuelas les enseñan a los niños a tener un excelente rendimiento académico, a llevar a cabo tareas, adquirir información y convivir con otras personas. Enséñale también a tomarse un descanso, a encontrar momentos para recrearse y para liberar tensión. Existen distintas técnicas de respiración que puede practicar toda la familia para crear un ambiente amigable en casa. Esto reducirá sus niveles de estrés y la posibilidad de sufrir enfermedades relacionadas con eso.

¿Cuál de estos aprendizajes te parece más importante? ¿Te hubiera gustado adquirir alguno de ellos a una edad más temprana? Cuéntanos en los comentarios.

ADVERTISEMENT

Bonus 2: Afirman que el hijo mayor es el más inteligente de todos los hermanos, y esto es lo que eso significa para los padres

¿Cómo se obtuvieron estos resultados?

En el año 2017, una investigación realizada en la Universidad de Edimburgo reveló que los estudios de pruebas de CI entre hermanos de mismos padres demostraban que, debido a la estimulación mental de sus papás, los hermanos mayores mostraban niveles más altos de habilidades de pensamiento. Sin embargo, cuando todos fueron evaluados en desarrollo emocional, casi no hubo diferencias.

Los investigadores siguieron a más de 5 000 hermanos desde el nacimiento hasta los 14 años. Cada dos años, estos niños se sometían a una prueba de CI en una variedad de formas, y se demostró que los hermanos mayores se desempeñaban mejor en cada edad subsiguiente.

ADVERTISEMENT

¿Qué es el “efecto de orden de nacimiento”?

Según Meri Wallace, el orden de nacimiento tiene un tremendo impacto en los primogénitos, los nacidos segundos y los hermanos del medio. Aunque los primeros niños en nacer están más desarrollados intelectualmente, puede que deban luchar con la presión de los padres, quienes los obligan ser perfectos. Los niños que nacen segundos suelen ser más propensos a tener menos atención por parte de los papás cuando se trata de sus logros, por lo que prosperan en la aprobación. Y los hermanos medios a menudo se sienten solos y “marginados”, por lo que sus padres deben asegurarse de pasar suficiente tiempo con ellos.

ADVERTISEMENT

¿Cómo contribuyen los padres?

Con su primer hijo, los padres a menudo desean tener éxito tanto emocional como intelectualmente, casi como si estuvieran corriendo una especie de carrera para criar al niño perfecto. Combina eso con la falta de conocimiento sobre la crianza de un ser humano y, al final, tendrás un hijo que recibirá demasiada atención e impulso de sus papás, quienes quieren que él sea alguien en la vida. Es por eso por lo que los primogénitos suelen ser presionados para tener éxito y desarrollarse intelectualmente.

ADVERTISEMENT

¿Cómo contribuyen los hermanos?

Cuando el primogénito se convierte en “uno de los chicos” y deja de ser el hijo único de la familia, esto puede afectarlo, haciéndolo madurar más rápido. Como la madre del niño está preocupada por un recién nacido, a veces el primogénito se siente excluido y obtiene la aprobación de sus padres al ayudarlos a cuidar a su hermano menor. Esto lleva a que los niños asuman las responsabilidades de los papás a una edad muy temprana, y esta situación generalmente está apoyada por la familia. Este suele ser el motivo por el que el niño mayor se vuelve más inteligente y realmente maduro para su edad.

ADVERTISEMENT

¿Cómo se puede cambiar eso?

Dado que el éxito académico e intelectual se ve directamente afectado por la atención y el afecto de los padres, debemos reconocer que los niños que carecen de interacción y tiempo con ellos muestran habilidades más bajas, especialmente a la hora de aprender y cuando se trata del coeficiente intelectual. Por eso, es importante que los papás distribuyan bien sus horas para poder establecer un contacto cercano con cada uno de sus hijos.

ADVERTISEMENT

¿Cómo puedes aplicar esto?

Si conocemos las fallas en nuestras habilidades parentales, las cuales usualmente ocurren de forma inconsciente, podemos predecir el resultado. Pero más aún, podemos implementar este conocimiento en nuestras situaciones cotidianas de crianza de los hijos. Podemos comenzar por no presionar en exceso a nuestros hijos mayores y dividir la atención de manera uniforme entre todos los niños. Además, las conversaciones abiertas y la confianza, junto con la autoridad del conocimiento de los padres, te ayudarán a mantener relaciones prósperas y a crear una base sólida para que tus hijos pasen de la infancia a la adultez de forma saludable.

¿Qué rasgos especiales ves en tus hermanos o hijos? ¿Tu cotidianeidad confirma los hallazgos de estos científicos? ¡Asegúrate de compartir tus pensamientos con nosotros en los comentarios!

ADVERTISEMENT