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8 Pequeñas islas en donde nadie te molestará


En el mundo existen cerca de 500 mil islas, y solo unas pocas centenas de ellas están habitadas por personas. En las más pequeñas islas apenas puede caber una pequeña casa y un par de palmeras, pero esto es suficiente para cómodamente esconderse del alboroto de la ciudad, las personas y disfrutar de un largo silencio. Muchas de estas islas están abiertas para los turistas y algunas cuantas se consideran propiedad privada, pero si tú tienes el deseo y la posibilidad de visitarlas, siempre se puede llegar a un acuerdo con el dueño y llevar a cabo una exclusiva excursión a un pequeño y acogedor mundo aislado.

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1. “Suficiente espacio”, EE.UU.

“Suficiente espacio” la isla con este nombre tan original fue nombrada como la más pequeña en el mundo en la cual viven personas. En 1995, fue comprada por la familia norteamericana Sizeland y construyeron una casa de dos pisos, plantaron un árbol y colocaron 3 sillas. Todo esto fue desplegado en un área de cerca de 306 metros cuadrados. La isla se encuentra en el río San Lorenzo en el estado de Nueva York, EE.UU.

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2. Isla de San Jorge, Montenegro

La isla de San Jorge se encuentra en la bahía de Kotor, Montenegro. Prácticamente toda su superficie, 0.0032 kilómetros cuadrados, está ocupada por una pequeña abadía, la cual existe en la isla desde el año 1166. Hoy en día, allí viven unos cuantos monjes, quienes han acogido a peregrinos y turistas.

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3. Las Islas Flotantes, Perú, Bolivia

Los indígenas Uros ya desde hace unos cuantos siglos hábilmente crearon su isla artificial de caña en el lago Titicaca en América del Sur. Hoy en día, existen cerca de 120 islas flotantes con acogedoras ecoviviendas e incluso electricidad de paneles solares. En pequeñas superficies de 30 metros cuadrados viven de 2 a 3 familias, en las más grandes hasta 10 familias. En una isla, incluso hay una escuela misionera para los niños.

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4. Loreto, Italia

Esta es la diminuta Isla Loreto en el Lago Iseo en Lombardía, Italia. En el año de 1910, aquí se construyó un castillo en un estilo neogótico, un pequeño jardín, un muelle y un pequeño faro. Hoy en día, la isla es propiedad privada.

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5. Visovac, Croacia

Visovac es una pequeña isla de 170×120 metros en Croacia, y está situada en el río Krka. Aquí se encuentra un pequeño monasterio del siglo XVII con una valiosa colección de libros antiguos. Hoy en día, la isla no solo está abierta para los peregrinos, sino también para los turistas.

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6. Wilhelmstein, Alemania

Wilhelmstein es una isla artificial con una superficie de 12 500 metros cuadrados en el lago Steinhuder Meer en Alemania. Federico Guillermo de Schaumburg-Lippe en el siglo XVII dio la orden para la creación de esta isla y en ella construyó una fortaleza. Hoy se puede llegar hasta allí en bote desde una aldea cercana llamada Steinhude.

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7. Monte Saint-Michel, Francia

El Monte Saint-Michel es una pequeña isla con una fortaleza impenetrable y un monasterio ubicada al noroeste de la zona costera de Francia. Los primeros habitantes de la isla aparecieron en el año 709. Hoy en día, aquí continuamente viven algunas decenas de personas y llegan centenares de turistas. La isla está ubicada sobre una roca, cuyo perímetro equivale a tan solo un kilómetro. La parte central está ocupada por una abadía con una superficie de cerca de 55 mil metros cuadrados, en la cual, al día de hoy, vive una sociedad benedictina.

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8. Bjarnarey, Islandia

La isla Bjarnarey tiene una superficie de 0,32 kilómetros cuadrados y se encuentra en el Océano Atlántico a la costa sur de Islandia. Toda la isla está cubierta únicamente de hierba, y en el centro se encuentra una pequeña casa, en la cual solamente viven 3 personas. Acceder al lugar es únicamente posible en helicóptero.

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Bonus:  12 Cosas que sorprenden a los latinos cuando visitan Europa

 

1. Respetan las reglas

En Francia, el respeto a las reglas es un tema digno de admirar. Los ciudadanos esperan las luces del semáforo y cruzan por donde se debe. Las calles están limpias y las personas son amables, aunque no muy conversadoras. Esto trae como consecuencia que sea un país muy organizado. Sin embargo, esto ocurre en la mayoría de las naciones de Europa, sobre todo en el lado occidental.

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2. Excesivamente puntuales

El sentido de la responsabilidad es altísimo para los habitantes de Europa Occidental. Son sumamente puntuales. Tanto así, que su comportamiento resulta sorprendente para cualquier latino. Los suizos y los alemanes son los que encabezan la lista en este ámbito. Quienes han viajado por lo menos a Suiza, quedan maravillados por cómo todo corre al compás del reloj. La mayoría de los suizos viajan en metro o transporte público, por lo que este es sumamente preciso. Llegar tarde a una cita es una misión imposible, todo está muy bien calculado.

Este hábito forma parte de su cultura y de su historia. Durante el siglo XVI comenzó la fabricación de relojes de pulsera en Ginebra para extenderse por todo el país. Desde entonces y hasta la actualidad, estos artefactos suizos tienen la fama de ser los más puntuales del mundo. Y los europeos se toman el tema del tiempo tan en serio que a algunos latinos puede parecerles hasta exagerado y obsesivo su nivel de puntualidad. Para unos, es alucinante ver el momento cuando marcan las 8:03, el tren llega y todo corre al ritmo de las agujas del reloj.

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3. Todo lo que pierdas, lo encontrarás

La mayoría de los países europeos son sumamente seguros, por lo que si llegas a perder algún objeto o a olvidar alguna pertenencia en un sitio público, tienes una altísima probabilidad de encontrarlo tal cual lo dejaste. De no estar en el lugar, seguramente alguien lo puso bajo resguardo para regresártelo. Por ser Europa un continente muy visitado, la mayoría de sus ciudades tienen oficinas de objetos perdidos.

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4. Cerveza en los cines

En los cines de Alemania es común poder comprar cerveza. Es importante mencionar que es la bebida nacional en ese lugar, pero a un latino no deja de parecerle extraño que se expenda alcohol en esos establecimientos.

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5. La arquitectura

La arquitectura es uno de los atractivos turísticos más importante de la mayoría de los países de Europa. A esta se le agrega el valor de estar en el mismo sitio en donde ocurrieron hechos históricos de renombre mundial, por ejemplo, pasear por París, visitar sus famosos museos o sus monumentos tan conocidos. Lo mismo ocurre en Berlín, en donde sus calles son prácticamente un libro de historia a disposición de los turistas. Todo esto se combina con la evolución del mundo, ya que puedes encontrar edificios muy antiguos con un nivel de conservación óptimo conviviendo con una edificación actual que cuenta con los avances arquitectónicos más relevantes del momento, así como la última tecnología en aprovechamiento de energía limpia.

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6. Son políglotas

Es común que los latinoamericanos sean bilingües. Lo habitual es hallar personas que hablen inglés y español. Pero en Europa Occidental es sumamente normal que los habitantes sean políglotas, es decir, que hablen de dos hasta cuatro lenguas. En Bélgica, por lo menos, se habla español, inglés, francés, alemán y neerlandés.

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7. Son poco expresivos

Los habitantes de Europa Occidental (Alemania, Suiza, Francia) suelen ser un poco más fríos en el trato hacia una persona. A diferencia de los latinos, no es común para ellos sonreírle en la calle a los desconocidos, entablar una conversación mientras esperan el metro o están en el banco. Cada país te recibe de forma diferente. Algunos tienen fama de ser menos amistosos que otros, eso tiene que ver con parte de su historia y de su educación. Sin embargo, suelen ser amables y receptivos con los extranjeros. Inclusive, si no hablas su idioma, intentarán comunicarse contigo en español o inglés.

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8. Vagones silenciosos

En Holanda existen los “vagones silenciosos”. Dentro del sistema de transporte hay una sección marcada por la letra “S” de la industria ferroviaria Nederlanden Spoorwegen, en donde el silencio es la regla que se debe respetar en el lugar. Este mecanismo se adoptó de la vecina Dinamarca. Mientras viajas en ellos está prohibido hablar, usar el teléfono o el teclado de una laptop. No se debe oír ningún sonido, por muy mínimo que sea. ¿Un poco extraño, no?

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9. Transporte público

Gran parte del transporte público en Europa es sumamente funcional y moderno. Su infraestructura es de alta calidad, y Suiza es muy reconocida por este punto: tienen un sistema muy bien pensado e ideado para potenciar sus fortalezas, lo que se termina traduciendo en beneficios para el usuario. Una red interconectada de trenes, buses, teleféricos y tranvías que usan los avances tecnológicos para ser accesibles prácticamente a todos sus ciudadanos.

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10. Inclusión de la tercera edad

Un hecho sumamente admirable es la independencia y valoración que se les da a los adultos mayores. Te puedes encontrar con personas de 80 años que viajan solas en el bus o en el tren. Son ciudadanos activos porque la sociedad les brinda las oportunidades para que se integren a todas las actividades. No los marginan simplemente por tener más años que otros.

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11. Países del mediterráneo

Lo más curioso de visitar países ubicados en el mediterráneo como España, Italia o Grecia es que lucen muy similares a Latinoamérica, pero rodeados de museos y monumentos históricos. Las personas que viven en estas naciones suelen hablar demasiado, conversan con extraños y bailan mucho, como ocurre con la gran mayoría de latinos.

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12. Teléfonos públicos inteligentes

Málaga fue la primera cuidad de España y de Europa en sustituir las casillas tradicionales telefónicas por unas modernas. Se trata de lugares compuestos por una pantalla táctil de 18 centímetros en las que, además de llamar, se puede obtener información de restaurantes, sitios turísticos, playas y hoteles. La pantalla muestra un mapa dependiendo de la opción que la persona desee para ubicar su destino.

Estos teléfonos públicos inteligentes son desarrollados por iUrban y están pensados para los turistas. Málaga es la tercera ciudad más visitada de España, después de Madrid y Barcelona. Pero esta innovación no solo permite realizar las operaciones mencionadas, sino que además brinda la posibilidad de que una persona pueda cargar su móvil allí e incluso tomarse una selfie. ¿Increíble, no?

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