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6 Riesgos que corren tus hijos cuando publicas sus fotos en Internet


Diversas investigaciones han demostrado que una madre o un padre promedio publica cerca de 300 fotos de sus hijos cada año. La cantidad de imágenes compartidas de los niños aumenta anualmente, y es muy posible que, para cuando los bebés de hoy comiencen la escuela, tengan alrededor de 1500 fotos suyas en la red. Documentar y publicar cada precioso momento de la vida de nuestros hijos es una tendencia seguida por miles de padres, pero no es tan inofensiva como parece.

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En Smalljoys hemos descubierto por qué compartir fotos de tus hijos en las redes sociales puede ser peligroso, y queremos compartir contigo información importante que debes saber.

1. Revelas la ubicación de tu hijo, y esta información puede ser utilizada por criminales

Incluso si no nombras el lugar en donde se tomó la foto, hay una serie de características de identificación que podrían aparecer en las fotos de tu hijo. Estas incluyen nombres de calles y números de casas, o tiendas en el fondo, juguetes de peluche que tu hijo sostiene, nombres y apariencia de mascotas, entre muchas otras cosas. Por lo tanto, al simplemente mirar esas imágenes, los delincuentes pueden identificar los lugares que visitas con mayor frecuenciae incluso reconocer al niño en el patio de una escuela por los artículos que lleva.

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2. Compartir datos personales aumenta el riesgo de sufrir un fraude en línea

Los especialistas de bancos están seguros de que compartir fotografías de niños con datos personales puede poner en riesgo su seguridad financiera futura. Mientras se publican docenas de fotos de su infancia, los padres pueden revelar involuntariamente los nombres y fechas de nacimiento de sus hijos, domicilios, nombres de mascotas, equipos deportivos que apoyan, etc.

Todos los datos pueden ser utilizados posteriormente por delincuentes para préstamos fraudulentos, transacciones con tarjetas de crédito o estafas de compras en línea. Los especialistas en seguridad instan a los padres a verificar su configuración de privacidad y asegurarse de que saben qué información se muestra en la red.

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3. Las publicaciones en las redes sociales sobre tus hijos pueden atraer a personas peligrosas

Una de las peores cosas de las imágenes que compartes en las redes sociales es que pueden ser robadas fácilmente. Hay una gran cantidad de sitios web con contenido perturbador que usan ilegalmente fotos de niños que alguna vez fueron publicadas en las cuentas de sus padres. Además, hay usuarios de redes sociales deshonestos que hurtan esa clase de imágenes y las publican como si fueran de sus propios hijos.

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4. La información que compartes puede afectar la vida adulta de tus hijos

Algunos padres nunca lo piensan, pero las fotos y los mensajes que publican hoy pueden comprometer a sus hijos en el futuro. Una vez que haya crecido, es posible que tu niño quiera trabajar para una gran empresa internacional, postularse para un cargo público o emprender otra actividad pública, y nunca querría que su carrera fuera arriesgada por fotos controversiales de su infancia. Recuerda que incluso las imágenes eliminadas pueden ser reveladas con la ayuda de ciertos algoritmos. Teniendo eso en cuenta, sé cuidadoso con la información que publicas.

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5. Las publicaciones en redes sociales sobre tu hijo pueden convertirse en una razón para sufrir acoso escolar

 

Una vez que compartes una parte de tu vida en las redes sociales, ya no puedes controlarla. Lo que tampoco puedes tener bajo control es la manera en que otras personas reaccionan a las publicaciones sobre tus hijos. En un abrir y cerrar de ojos, una broma familiar inofensiva puede convertirse en una avalancha de comentarios insultantes que fácilmente podrían pasar de Internet a la vida real.

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6. Es muy probable que tus hijos no estén contentos con el hecho de que sus vidas hayan sido expuestas

Y, por último, pero no menos importante, están las cuestiones éticas. Solo pregúntate cómo te sentirías si tu mamá o tu papá mostraran el álbum con las fotos de tu infancia a extraños en la calle. Hay un caso legal en Austria que involucra a una mujer joven que demandó a sus padres para obligarlos a retirar las fotos de su infancia que habían publicado en Facebook.

La mujer les pidió repetidamente que eliminaran cualquier contenido relacionado con ella, pero se negaron a hacerlo. “No tienen vergüenza ni límites”, dijo la chica. “No les importaba si estaba sentada en el baño o desnuda en una cuna, cada momento fue fotografiado y hecho público”. Asegúrate de no violar la privacidad de tus hijos cuando compartas los momentos mágicos de la maternidad con el mundo.

¿Qué piensas sobre compartir las fotos de tus hijos en las redes sociales? ¿Sabías que puede ser arriesgado? ¡Siéntete libre de compartir tus pensamientos con nosotros en los comentarios!

Bonus: 10 Errores de los que la mayoría de los padres se arrepienten

1. No disfrutar de la comunicación con su bebé

Un niño pequeño, durante ese corto período en el que pasa de ser un bebé a una persona “relativamente” independiente, necesita de un constante contacto con los adultos. No obstante, la verdad es que los padres también necesitan de esta comunicación. Sí, el tiempo libre se hace cada vez menos; si la madre se ocupa de sus asuntos mientras el bebé se entretiene con un juego, es algo completamente normal. Pero si lo conviertes en un hábito, un día, al despegar la vista de la pantalla de tu computadora, podrás notar de repente que ese niño ha crecido y ahora vive su propia vida.

No puedes regresar el tiempo perdido, por lo tanto, no solo trates de estar cerca de tu bebé, sino también disfruta de la comunicación con él.

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2. Abrazar muy poco a sus hijos

Los científicos desde hace mucho tiempo han demostrado las ventajas de los abrazos en la salud, tanto moral como físicamente. Tienen muchos beneficios, pero estás de acuerdo en que lo más importante es simplemente abrazar a tu propio hijo. Hay ocasiones en las que los padres rechazan este placer por distintas razones, pero en general, son absurdas y obsoletas (¿quién no han escuchado la frase “no lo cojas en brazos, que se acostumbrará”? A lo mejor, ellos simplemente no tienen hijos).

Pasará rápido, tu hijo crecerá y comenzará a alejarse, ya que no tendrá tiempo para los abrazos. Aprovecha el momento.

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3. Olvidar tomar fotografías y grabar videos

Por supuesto, no pasará nada aterrador si no guardas las fotografías en la USB. No se reflejará de ninguna manera en la psique del niño, en sus cualidades morales o en su salud física. Pero posiblemente dentro de un tiempo te darán ganas de recordar uno de los momentos más valiosos de tu vida y compartir esas emociones con tus hijos ya adultos. Muchos padres en realidad se arrepienten de no haber sacado la cámara.

Nunca te acordarás de un video de los fuegos artificiales de hace 10 años, pero obligatoriamente (y no solo una vez) tienes que ver la primera fiesta en el jardín de niños de tu hijito. Los álbumes, a pesar del desarrollo de la tecnología, son el mejor método y el más seguro para guardar las valiosas tomas.

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4. No notar sus primeras palabras

Sí, estos son simplemente recuerdos agradables. Definitivamente podrás vivir sin ellos, pero con ellos seguramente será mejor.

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5. Dedicar muy poco tiempo a los juegos educativos

No afirmamos que gracias al desarrollo de la creatividad temprana una persona se convertirá en un gran pintor o un artista. Pero en general, existe la oportunidad. En primer lugar, al proponer diferentes actividades, puedes entender en lo que tu hijo está interesado y posteriormente desarrollar sus lados fuertes. En segundo lugar, cualquier actividad que sea lectura en voz alta, juegos con plastilina o un constructor, desarrolla el intelecto, imaginación y amplía el vocabulario. En tercer lugar, fortaleces la conexión con tu bebé, y este punto es la principal razón para organizar un pasatiempo juntos.

Los padres “con antigüedad” se arrepienten frecuentemente de no haber notado a tiempo y no haber desarrollado los talentos de su bebé. Algunas capacidades, por ejemplo, musicales y el sentido del ritmo, se manifiestan a una temprana edad. Proponle a tu bebé juegos multidisciplinarios y lee más con él de forma obligatoria.

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6. Ser demasiado estrictos

Una cosa es regañar por una mala acción y otra es criticar cada pequeñez. Aún existe el mito de que entre más sean los requisitos exigidos más exitosa será la persona. En realidad, se obtiene un efecto contrario: una psique débil, problemas con el comportamiento e incluso retrasos en el desarrollo. Y, por supuesto, una relación mediocre con los padres.

También, los castigos por las malas calificaciones son perjudiciales, ya que esto solo llevará a la disminución del rendimiento escolar. Regaña y fomenta por lo que en realidad es importante. Un cinco o seis y una taza rota (a diferencia de una infancia arruinada) no son nada.

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7. No tomar en cuenta la opinión de su hijo

¿Recuerdas cuántas veces en la vida escuchaste frases como “todavía eres muy pequeño para resolver estos problemas”, “los adultos saben cómo hacerlo mejor” y lo incómodo que te sentiste? En este caso, el resentimiento es lo de menos. Aquellos niños cuya opinión es ignorada se convierten en personas inseguras y sin iniciativa. Todo es lógico. ¿Cómo una persona puede saber lo que quiere en la vida si la decisión siempre ha sido tomada por otra persona?

No le niegues a tu hijo elegir y expresar su opinión. Lo más correcto será hablar sobre sus deseos y explicar en lugar de ignorarlo o reprimir cualquier voluntad.

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8. Complacer poco a su hijo

Los recuerdos cálidos de la infancia son lo más valioso que nadie nos puede quitar. Además, las pequeñas fiestas en el futuro pueden convertirse en grandes logros: si un niño crece en una atmósfera sana y recibe nuevas impresiones, significa que se desarrolla de forma activa. Los niños felices crecen siendo personas que se adaptan mejor a la vida y fácilmente hacen nuevos amigos.

Los padres recuerdan con nostalgia el tiempo que pasaron juntos. Así que disfruta de él, inventa cómo diversificar su pasatiempo. Y haz qué tu hijo tenga más momentos felices en su vida.

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9. Seguir consejos ajenos con mucha frecuencia

Hay personas que en cualquier situación se apresuran por dar un consejo aunque sea inapropiado. A menudo, especialmente las mamás jóvenes, se convierten en víctimas de ello. Al enfrentarte con tales “expertos”, escucharás cómo vestir, educar, alimentar y vivir en general. La verdad es que solo mamá y papá saben lo que es bueno y malo para su hijo. Por supuesto, vale la pena escuchar los consejos, pero eso no significa que tengas que confiar ciegamente en ellos.

Es claro que no vale la pena permitirles a personas ajenas regañar a tu bebé por gritos en lugares públicos y aterrorizarlo con personas (médicos, policías, monstruos y entre otros), que llegarán para “llevarse” a un bebé caprichoso. Ponte del lado de tu hijo y crecerá con la seguridad de que siempre tendrá tu apoyo en cualquier momento difícil de su vida.

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10. No estar cerca en los momentos más importante de su vida

Lo que para nosotros pueden parecer simples pequeñeces, para un niño pueden ser un acontecimiento a gran escala. Cualquier persona, en especial un niño, necesita que en los momentos importantes de su vida esté alguno de sus seres queridos. A pesar de que ahora te parezca que tuviste una razón importante para faltar a la fiesta del jardín de niños, en un futuro las prioridades pueden cambiar. Quedará un rastro desagradable sobre los importantes acontecimientos que te perdiste.

Elige la hora para adornar el árbol de Navidad con toda la familia, ir a un teatro infantil o visitar a la abuela. Todo esto es importante de alguna forma. Cuando los niños crezcan, tales momentos realmente harán falta.

Y tú, ¿qué es lo que más extrañas?

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Bonus 2: ¿Sabías que nunca debes ignorar el llanto de un bebé? Te explicaremos por qué

Cambios funcionales en el cerebro

Los investigadores de la Universidad de Yale y de la Escuela de Medicina de Harvard, descubrieron que un intenso estrés experimentado durante los primeros meses de vida puede provocar cambios funcionales en el cerebro, parecidos a los que sufren los adultos que padecen depresión.

Un continuo estrés crea condiciones para que las sinapsis (sitios de contacto entre dos neuronas o células cerebrales que transmiten, procesan y guardan la información) se dañen. Y estos problemas con los vínculos neuronales, a su vez, influyen en el futuro desarrollo del cerebro. El primer año de vida es sumamente importante, ya que durante ese período de tiempo sucede un crecimiento exponencial del cerebro (aumenta unas tres veces en tan solo un año).

Además, se libera cortisol, la hormona de estrés, cuya presencia conduce a la destrucción de neuronas. Las señales de los daños no siempre aparecen de inmediato, sino a una edad más avanzada.

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Disminución de la inteligencia

Un constante estrés a temprana edad influye negativamente en el desarrollo de la inteligencia de los niños. Según una investigación realizada en Estados Unidos, si ignoramos sistemáticamente el llanto del bebé por mucho tiempo, eso puede provocar un deterioro cognitivo en el futuro.

Se descubrió que los niños que solían llorar mucho y sin control en los primeros 3 meses de vida, a la edad de 5 años tenían un QI menor (unos 9 puntos en promedio, comparado al grupo de control) y, también, peores indicadores de desarrollo de la motricidad fina.

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Riesgo de padecer trastorno de déficit de atención e hiperactividad

Hoy en día, este síndrome es bastante común y, según los científicos, puede estar vinculado con un llanto sin control durante los primeros meses de vida. En un artículo publicado en la revista Pediatrics, se dice que este problema, el cual ocasiona dificultades en los estudios y conducta antisocial, puede ser provocado por la falta de reacción de parte de los padres al llanto de los niños en una temprana edad.

Los autores concluyen que el riesgo del desarrollo del síndrome de déficit de atención e hiperactividad en los niños que fueron ignorados cuando lloraban, es 10 veces mayor que en el resto. ¡Un número más que impresionante! Definitivamente, deberíamos prestarle atención a este dato.

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Problemas emocionales

Como ya mencionamos, un llanto descontrolado en los primeros meses de vida influye en el desarrollo del cerebro, sobre todo, en las zonas que controlan las emociones. Eso significa que, en este caso, no se desarrollan de forma correcta, debido a lo cual el niño puede crecer siendo impulsivo, violento, e incapaz de formar un vínculo emocional con sus padres y otras personas.

Según el Dr. Allan Schore, los padres cuidadosos y responsables estimulan el desarrollo de las zonas de cerebro responsables de vínculos y el bienestar emocional.

Una agresividad marcada en algunos adultos puede ser una consecuencia de una excesiva producción de adrenalina a temprana edad, cuando pasaban mucho tiempo llorando solos.

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Pero, en paralelo a esos datos, también existe otra opinión

Según otro estudio, un llanto corto en las noches sin razones serias (como podrían ser cólicos o fiebre) es algo normal, y lo mejor que los padres podrían hacer es darle su tiempo al recién nacido para que pueda dormirse luego.

De esta forma, el niño aprenderá a calmarse por sí solo sin esperar la ayuda inmediata de sus padres y, como consecuencia, él y los papás dormirán mejor en la noche. Esto no significa, por supuesto, que el bebé deba llorar toda la noche.

¿Y tú, qué opinas sobre el llanto infantil? ¿Qué remedios usas o usabas para tranquilizar a tus hijos? Comparte tus experiencias con nosotros en los comentarios.

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