Cuantos más animales hay en casa, más buenas vibras hay. Además, es muy curioso observar la relación entre gatos y perros que viven en la misma familia.
Smalljoys juntó algunas fotos de peludos que se esfuerzan al máximo para poder llevarse bien con todo el mundo.
Antes de que se diera cuenta de que había entrado el dueño y después
Al parecer, alguien aquí está celoso
“Nuestro perro ahora tiene un gato”
“Adoptamos un cachorrito. Al parecer, el gato no aprueba la decisión”.
“Así fue como nos dimos cuenta de que a nuestro perro le cae un poco mal el gato”
“¿Qué es esta criatura detestable que has traído a casa?”
En la clínica veterinaria el collar parecía una buena idea, pero en casa…
“Bueno, está bien. Pueden quedárselo”.
El amor a veces puede ser un poco obsesivo
Cuando tienes demasiado tacto para pedir que libere tu lugar
“A veces quiero que alguien me mire como mi gato está mirando al perro”
Parece que el gato está un poco frustrado con la aparición de este nuevo inquilino
El amor verdadero es cuando no quieres dejarlo ir
Ahora tenemos un perro. No a todos les gustó esta idea.
“Nuestro gato está aterrorizando al perro”
El gato se quedó con su cama. Su cara lo dice todo.
“Me servirá como colchón”, pensó el gato
“La llegada del cachorro confundió a los gatos”
Rodeado pero valiente
Cuando intentas luchar por tu camita
Y, por último, un gato que compadece mucho a su amiguito enfermo