Los que tienen a un amigo de cuatro patas en casa desde hace mucho tiempo crearon sus propios secretos y trucos que permiten hacer más sencillo su cuidado, así como contribuyen a que impere un clima de entendimiento mutuo. Esta experiencia de valor incalculable también te puede servir a ti. Tras leer este artículo, aprenderás qué hacer si tu gato se tumba en tu sillón favorito, con qué distraer a un perro activo y cómo deshacerse del pelo depositado en los muebles y las alfombras.
Smalljoys ha recopilado para ti consejos sencillos, pero eficaces, comentados por los dueños de mascotas que te ayudarán a ahorrar tiempo y no tener tus nervios a flor de piel.
“Antitragos”
Si el perro no mastica la comida, sino que la traga directamente, esto puede generar problemas con la digestión, la aparición de vómitos y hasta puede hacer que tu mascota se atragante. En las tiendas especializadas se venden cuencos “antitragos”, con zonas sobresalientes que restringen el acceso a los alimentos y obligan al perro a comer más cuidadosamente. Pero también puedes hacerlo tú mismo. Coloca algunos objetos grandes (por ejemplo, una pelota de tenis o piedras) en el cuenco del animal.
Cepillar los dientes
Muy raramente, los animales dejan que les cepilles los dientes. Si la paciencia te abandonó, puedes hacer más simple este procedimiento higiénico. Basta con aplicar pasta de dientes al juguete de goma favorito de tu mascota. Así, tu amigo de cuatro patas se cepillará los dientes mientras juega.
Orejas secas
Cuando lavas a tu mascota es importante recordar que el agua no debe penetrar en los oídos del animal. De entrar en sus orejas, se podrían producir inflamaciones e incluso complicaciones graves. La forma más sencilla de evitarlo es ponerle un gorro de ducha a tu mascota. Si ella se opone categóricamente a un accesorio de este tipo, entonces, antes de bañarla, puedes pasar un algodón impregnado de aceite para bebés por el interior de sus oídos, así como adquirir un producto concreto para esto en tiendas especializadas.
Baños sin estrés
No a todos los perros les encanta bañarse. Para aliviar su ansiedad, dale a tu querido amigo su golosina favorita. Por ejemplo, puedes untar mantequilla de maní por los azulejos del baño. Y, como puedes ver, esto funciona. La mantequilla de maní, en pequeñas cantidades, es inofensiva para perros, pero asegúrate de prestar atención a su composición: el xilitol (un sustituto del azúcar) es tóxico para los animales y no debe llegar al interior de su cuerpo.
Sujeción segura de la correa
Un mosquetón adicional sobre la correa te permitirá sujetar al perro de manera rápida y segura si es necesario.
Un juguete que mantendrá ocupado a cualquier perro
Si tu perro es muy activo, puedes recurrir a un juego sencillo: haz una pequeña incisión en una pelota de tenis (o de cualquier otro tipo) y llénala de golosinas para perros. Durante el juego, el animal estará interesado solo por el contenido de la pelota, por lo que tendrás más tiempo libre.
Satisfacer sus instintos de caza
Si tu perro es un cazador por naturaleza, puedes satisfacer sus instintos con simples pompas de jabón. Gracias a este juego, el perro se sentirá como un verdadero animal y realizará la actividad física que necesita. Es mejor comprar las pompas de jabón en una tienda para mascotas: son seguras por su composición y tienen un aroma atractivo (para perros).
Deshacerse del pelo sobre los muebles
Un guante de goma humedecido con agua removerá fácilmente los pelos que se han quedado en los muebles. Y para las alfombras, bastará con ese accesorio, también de goma, que se utiliza para limpiar los cristales de las ventanas.
Cómo enseñarle al gato a no tumbarse en el alféizar de la ventana
Si tu gato está acostumbrado a dormir entre las macetas de flores o le gusta tirarlo todo del alféizar de la ventana, entonces existe una hermosa solución a todos estos problemas: las piñas. Colócalas, tanto en los alféizares como en las macetas, ya que así tu mascota no podrá caminar encima y rápidamente se olvidará de este mal hábito.
Salvar los muebles
Otro remedio natural que evitará que tu gato tire por tierra tus muebles o que ocupe tu sillón favorito. Llena un spray con tres cuartos con agua, añade 10 gotas de aceite esencial de lavanda o de naranjay un par de gotas de jabón líquido incoloro. Agítalo y aplica allí donde tu gato suele hacer sus travesuras. No volverá a acercarse a este lugar.
El gato y los baños
Es mejor bañar a un gato en el lavabo: así, les cuesta menos soportar el estrés provocado por el agua y a ti te será más fácil lavar a tu mascota.
Teclado libre
Si tu teclado está constantemente ocupado por tu gato, simplemente, coloca una caja sobre la mesa: el animal cambiará de “hotel”. Y si pones allí algo suave, el animal nunca más te molestará mientras estés trabajando.
Eliminar el olor desagradable de la bandeja
Para eliminar el desagradable olor de la bandeja sanitaria para gatos, basta con esparcir un poco de té verde sobre ella.
Encuentra el punto débil de tu mascota
Y tú, ¿tienes tus propios trucos que te hacen la vida más fácil con tu amigo de cuatro patas?
Bono: 13 Errores que cometen todos los dueños de mascotas
13. Les damos besos, los abrazamos y queremos cargarlos todo el tiempo
A veces es muy difícil pasar cerca de nuestra mascota y no acariciarla. ¿A quién no le gusta besar y abrazar al pequeño? Pero, en realidad, para él no es lo mismo que para nosotros. En el mundo animal este tipo de cariños no existen, por eso no entienden muy bien qué es lo que está sucediendo.
Consejo: Enséñale a tu mascota la orden “Arriba” y siempre estará preparado para recibir tus abrazos.
12. Podemos despertarlo sólo porque se nos ocurrió acariciarlo
Cuando algún miembro de la familia se queda dormido en el sillón, muchas veces lo cubrimos con una frazada e intentamos hacer menos ruido para que no se despierte. Pero esta regla no aplica a nuestras mascotas. No tienes que tapar a tu perrito con una manta, pero recuerda que para un animal es un estrés desagradable que lo despierten.
Consejo: No tienes que cuidar el sueño de tu mascota y andar de puntillas, pero tampoco lo despiertes sólo para acariciarlo.
11. Nos quedamos mirando a nuestra mascota
Sentimos cierta incomodidad cuando alguien se nos queda viendo fijamente. En el mundo animal, mirar directamente a los ojos significa peligro. El que está siendo observado debe prepararse para el ataque.
Consejo: Si simplemente admiras a tu mascota, intenta hacerlo de manera sutil. Sino, la pondrás nerviosa y le generarás un estrés innecesario.
10. Los regañamos por pequeñas travesuras, incluso cuando dejamos la comida a su alcance
Dejamos una chuleta en la mesa y luego nos sorprendemos cuando no la podemos encontrar donde estaba. Se nos olvida que un animal, si tiene acceso a la comida que le encanta, se la acabará toda. Y la culpa no es de tu perrita, sino tuya. Algunos creen que las mascotas deben razonar y distinguir lo bueno de lo malo.
Consejo: No provoques a tu mascota, no te olvides de sus instintos. Y si lo regañas, explícale qué fue lo que hizo mal y cómo debe portarse.
9. Usamos frases diferentes para el mismo órden
“¡Pelota! ¡Tráeme la pelota! Cocodrilo, ¡corre por ella! ¿Dónde están tus juguetes?“. Y el pobre Cocodrilo está sentado enfrente de ti con los ojos confundidos, se pone nervioso sin entender que sólo querías jugar con la pelota. ”Empezó a hablar de la pelota, terminó con juguetes. ¿Qué es lo que quiere de mí?”.
Consejo: Una orden, una frase.
8. Les permitimos estar flojos y descansar demasiado
Al igual que las personas, las mascotas necesitan tener actividad física. No pueden estar siempre en casa, incluso si tienen su caja de arena. La falta de actividad provoca sobrepeso que puede llevar a varios problemas con articulaciones e incluso reducir la vida.
Consejo: Los paseos y juegos activos son igual de recomendables, tanto para la mascota como para el dueño.
7. Calmamos a la mascota diciéndole que “Todo está bien”
Los animales sienten cuando ocurre algo poco placentero. Por ejemplo, a tu mascota no le gusta bañarse. Por lo general, le decimos la frase acostumbrada de “¡Todo está bien!“. Como resultado, después de 2 o 3 veces de ”todo está bien”, tu perro sabrá que, en realidad, todo estará mal.
Consejo: No uses frases trilladas con tu mascota, compórtate como de costumbre, sobre todo, ante una situación nerviosa para el animal.
6. Los consentimos con golosinas
Sí, es difícil de resistir cuando esos ojos llenos del amor y fidelidad te miran desde abajo de la mesa. ¡Ten cuidado! Nuestros alimentos no siempre son buenos para las mascotas. Si le deseas el bien a tu animalito, cuida su alimentación y procura que reciba todas las vitaminas que necesita.
Consejo: Si le das la comida de la mesa, que sea algo que sí pueda comer. Dale alimento de calidad a tu mascota.
5. Pensamos que todos pueden usar la misma caja de arena
Hubiera sido perfecto si todos los gatos de la casa usaran la misma caja de arena, pero en realidad, es un poco más difícil. Los gatos son muy caprichosos y quieren tener su caja propia. Si tienes esta oportunidad, cumple su deseo. Lo ideal sería distribuir varias cajas de arena por la casa.
Consejo: Antes de adoptar a una mascota, piensa si puedes darle todas las condiciones que necesita.
4. Llenamos el plato hasta el tope para que no sienta hambre
A veces cuidamos a nuestras mascotas demasiado: llenamos sus platos hasta el tope. ¿Qué es lo que le queda al animalito? Comer de más: si el alimento siempre está disponible, nuestras mascotas rápidamente suben de peso.
Consejo: Pregúntale al veterinario, lee etiquetas de alimentos: ajusta la cantidad de la comida de tal forma que vaya de acuerdo con el peso y tamaño de tu mascota.
3. Empezamos a educarlos cuando ya es tarde
¿Te da pena educar a esta criatura tan tierna? Recuerda que cada año será más complicado explicarle que está haciendo algo mal. Sé estricto desde el principio. Enseñarle algo a un animal adulto acostumbrado a hacer travesuras es una tarea complicada.
Consejo: Explícale qué es lo que no debe hacer de inmediato. No pasando 5 minutos. Si regresaste a casa y encontraste un charco en el pasillo, es inútil regañarlo. Mejor alábalo cuando lo haga en el lugar adecuado.
2. Intentamos no dejarlo solo durante mucho tiempo, pero a veces no podemos hacerlo
Nos parece que nuestra mascota simplemente se duerme mientras no estamos, se divierte o descansa de la gente. Pero no es así: se pone triste y se preocupa. Los perros pueden aguantar 4 o 5 horas en una jaula (si los sacas a pasear antes y después de esto) y los gatos, estar solos durante no más de 1 a 2 días. Claro, siempre y cuando tengan la caja de arena limpia y comida suficiente.
Consejo: Invita a tu amiga o a tu abuela a que duerma en tu casa si sabes que vas a llegar muy tarde o vas a salir fuera de la ciudad durante unos días. O tal vez valga la pena pensar en adoptar otro animalito para que le haga compañía.
1. Nos olvidamos de que para ellos somos el mundo entero
Al igual que los niños, nuestras mascotas necesitan atención, cariño y amor. Les encanta cuando les hacemos caso y jugamos con ellos. Por aburrimiento, tu querido perro Salchicha puede empezar a morder todo alrededor, escarbar, ladrar e incluso aullar. Y tu querida gata Blanquita, arañar o maullar fuertemente.
Consejo: No olvides lo mucho que te quieren.