Siempre queremos salir bien en las fotos, lucir seguras, esbeltas y bonitas. Pero, debido a malas posturas o malos ángulos, en ocasiones las fotos se echan a perder.
Para que siempre te veas hermosa en las fotos, Smalljoys preparó para ti 12 posturas con las que siempre ganas: resaltan las ventajas de tu figura y ocultan sus defectos si es necesario.
#1
La postura más simple y una de las más exitosas. Coloca una mano sobre el muslo y la otra a un nivel ligeramente más bajo. Esta posición crea espacio entre los brazos y el cuerpo. La cintura se verá más delgada y los brazos, más elegantes.
#2
Esta postura se parece a la anterior, pero aquí el brazo derecho está suelto. La modelo está ligeramente volteada y el cuerpo, inclinado hacia el brazo libre.
#3
Si hay una cerca, barandilla o mesa alrededor, puedes apoyarte en este objeto con las manos. Es importante que te asegures de que los hombros no suban mucho, de lo contrario tu cuello en la foto parecerá invisible.
#4
No siempre necesitas inventar una posición complicada para los brazos. Es perfectamente normal dejarlos en su estado natural, relajados. Lo mismo puede decirse de las piernas. Sólo hay que recordar que es mejor transferir el peso a una de ellas.
#5
También puedes apoyarte en tus codos. En este caso, es mejor que te tomen la foto desde un lado. Esta postura resaltará el contorno de tu cuerpo y los brazos. Es perfecta tanto para sesiones fotográficas al aire libre como en interiores.
#6
En muchas ocasiones las posturas habituales son las más exitosas. Lleva el peso del cuerpo sobre una pierna y arquea ligeramente el cuerpo. La silueta tomará la forma de la letra S.
#7
Es una excelente postura, sobre todo para los retratos. Dobla los brazos en los codos y ponlos sobre algún punto elevado. Puedes girar la cabeza ligeramente hacia un lado.
#8
Las líneas de la foto permiten llamar la atención del espectador a lo principal: la modelo. Tocas ligeramente, pero no te apoyas sobre la rama del árbol, pasamanos o pared. Esta postura es muy buena para los retratos.
#9
Si no sabes qué hacer con tus manos, simplemente llévalas detrás de la espalda o mételas en los bolsillos. Es una postura inusual, pero sencilla. Lo importante es que las manos se sientan libres en los bolsillos.
#10
Es la postura más sencilla para los retratos y tiene un gran ángulo, desde el cual parecerás más delgada. Date vuelta un poco hacia un lado, endereza la espalda y levanta la barbilla.
#11
Otra postura que es muy recomendable para un retrato. Apoya las manos en la pared e inclínate ligeramente hacia la misma. Así tus manos estarán en la foto y no toda la atención estará atraída hacia el rostro.
# 12
Se cree que las piernas y los brazos cruzados crean una especie de barrera psicológica entre las personas. Pero aún así, vale la pena intentar cruzarlos en una foto. Esta postura extiende tus hombros y alarga tu cuello. Y en la foto te verás muy confiada.
Bonus: 10 Hábitos comunes que le quitan estilo a tu imagen
La cantidad de looks que los diseñadores y estilistas crean y recomiendan a todo el mundo crece cada vez más. Ya no sorprenderías a nadie con la combinación de lo incombinable y la mezcla de estilos diferentes, pero aún así existen ciertas reglas de “seguridad” que no deberías ignorar, incluso cuando se trata de tu guardarropa básico.
10. Bailarinas con un traje oficial
Las bailarinas hacen que tus tobillos se vean más anchos y, en la mayoría de los casos, las piernas empiezan a parecer un par de postes. No es algo que combine bien con un estilo oficial, que debe ser elegante. Aquí es mejor optar por algún tacón: ya sea de aguja o más pequeño.
9. Top largo por encima de pantalón de mezclilla
Los tops largos y entallados por encima de los pantalones de mezclilla hacen la silueta demasiado larga. En combinación con pantalones cortos, el look resulta aún más extraño. Por eso es mejor meter este tipo de tops en pantalones de mezclilla. Si no es lo tuyo, opta por los modelos de corte libre.
8. Bolsa voluminosa para ocasiones especiales
Las bolsas grandes son universales: las puedes combinar no solo con el estilo casual, sino también con el de negocios. Sin embargo, si piensas ir a un club o al restaurante, dales preferencia a los modelos más compactos. En estos casos las bolsas voluminosas son totalmente inapropriadas.
7. Botillones con una falda corta
Los botillones pocas veces combinan bien con las faldas. Visualmente, este tipo de calzado que a veces llega a los tobillos acorta las piernas. Este efecto se intensifica con las minifaldas. Si quieres ponerte esta falda, usa zapatos de tacón de aguja clásicos y en la época más fresca, botas largas.
6. Varias prendas holgadas a la vez
Un par de prendas holgadas en el mismo look ocultan por completo las formas que necesitamos resaltar (cintura, cadera, busto). Por lo tanto, si quieres ponerte algo suelto, es mejor equilibrar la otra parte de tu imagen con una prenda entallada.
5. Medias combinadas con pantalones cortos
Los pantalones cortos son una prenda para los días de calor, por lo que no es bueno complementarlos con medias o leggins. Es mejor guardarlos para la próxima temporada en lugar de crear looks extraños con mallas brillantes de colores.
4. Falda tulipán
Este tipo de falda es “seguro“ para la figura si es de cintura baja. Un ”tulipán” con el corte alto solo se ve bien si te mantienes parada sin moverte todo el tiempo. Cuando te mueves, se crea la ilusión de un abdomen prominente, incluso en las chicas delgadas. Si dudas a la hora de elegir un modelo, opta por algo clásico sin olvidar tu tipo de figura.
3. Zapatos que te quedan grandes
Los zapatos de un número más grande se ven de mal gusto. Es mejor comprar el calzado por la mañana, porque al final del día los pies se cansan y a veces se hinchan, por lo que terminarías comprando un número equivocado.
2. Suéter de cuello de tortuga
Ten cuidado con este tipo de prendas: el cuello puede parecer más corto y esto le quita elegancia a tu figura. No ignores las prendas con escotes: de ser necesario, compleméntalas con pañuelos o bufandas.
1. Pantalón de mezclilla que no te queda bien
La mezclilla suele estirarse. Por lo tanto, si a la hora de probarte un pantalón, te queda holgado, te arriesgas a comprar una cosa que con el tiempo no solo dejará de resaltar tu figura, sino que también te agregará un toque desordenado. Al comprar un pantalón que te queda un poco angosto (un poco, no una talla más pequeña), le das una oportunidad de mantener su aspecto durante más tiempo.