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11 Mitos que creemos por culpa de la publicidad


La publicidad puede promover el progreso, pero también manipular y engañar. La tarea de los expertos en marketing es embellecer la realidad y, a veces, disimular la verdad para que el comprador, al ver el producto, sólo albergue un pensamiento: “Tengo que comprarlo”.

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La redacción de Smalljoys decidió llevar a cabo una pequeña investigación y analizar los mitos más comunes en los que seguimos creyendo, a pesar del sentido común.

11. Las frutas cítricas son la mejor fuente de vitamina C

Verdad: Por ejemplo, el pimiento rojo dulce contiene, de vitamina C, unos 250 miligramos cada 100 gramos. Hasta las grosellas negras tienen más que los cítricos: 200 miligramos cada 100 gramos.

Cómo surgió el mito: En 1908, la industria de la naranja sufría pérdidas. A los productores les costaba vender grandes cosechas de fruta. A Albert Lasker se le ocurrió una campaña publicitaria en la que proponía hacer jugo de naranja y beberlo en el desayuno como una fuente de vitamina C.

10: Para pedir matrimonio hay que regalar un anillo con un diamante

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Verdad: Hasta puedes no regalar nada.

Cómo surgió el mito: La campaña “Un diamante es para siempre” está incluida en todos los libros de los estudiantes de marketing. Gracias a ella, el simple carbono, que aparece en exceso en el mundo, se considera no sólo un regalo de élite, sino después de 1947, un regalo obligatorio al pedir compromiso.

9. Las tarjetas deben acompañar a un regalo

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Verdad: Esto tampoco es necesario.

Cómo surgió el mito: Hasta principios del siglo XX, las tarjetas postales sólo se utilizaban para ser enviadas por correo, pero gracias a la campaña publicitaria de Hallmark empezaron a entregarse en persona, como un complemento más al regalo. El anuncio hizo hincapié en el hecho de que era muy bonito y se podían escribir palabras cálidas que la persona recordaría durante mucho tiempo.

8. La pasta de dientes debe ser repartida por todo el cepillo

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Verdad: Basta con el tamaño de un “guisante”.

Cómo surgió el mito: Cualquier mito llegó a esta colección por una razón, aumentar las ventas y los fabricantes de pasta dentífrica no son una excepción. En cada anuncio se ve una tira larga de pasta sobre el cepillo. Se ve más atractiva y genera más compras. En realidad, en el cuidado de los dientes, lo más importante no es la pasta, sino un correcto cepillado.

7. La imagen de Santa Claus la inventó Coca-Cola

Verdad: Por primera vez el personaje de Santa Claus (con este aspecto que conocemos) fue pintado por el artista Thomas Nast a finales del siglo XIX.

Cómo surgió el mito: El prototipo de Santa Claus es San Nicolás, que antes se veía muy distinto en las postales. Era un monje humilde con un abrigo de invierno verde. En 1931, Coca-Cola lanzó una campaña publicitaria para aumentar el número de ventas de esta bebida gaseosa en invierno. El “Santa” de Coca-Cola fue dibujado por Haddon Sundblom y esa no fue su primera imagen, pero sí la de mayor éxito de este símbolo encantador de Navidad.

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6. La disbiosis es una enfermedad

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Verdad: En la clasificación internacional no aparece tal enfermedad.

Cómo surgió el mito: El uso del término “disbiosis” (también llamado disbacteriosis) es más común en Europa del Este y es promovido por las compañías farmacéuticas, incluyendo las occidentales. Es interesante que en Europa Occidental y en Estados Unidos no se usa este término.

5. Existe un aceite vegetal “malo” con colesterol

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Verdad: Ningún aceite vegetal contiene colesterol, sólo lo tiene la mantequilla.

Cómo surgió el mito: Este es otro truco de marketing para aumentar las ventas. La palabra “Sin…” atrae la atención de los compradores, generando confianza y haciendo a la persona sentir que compra una variedad especial de aceite de muy alta calidad.

4. La cerveza y las gaseosas dulces sacian la sed

Verdad: Las bebidas con azúcar y alcohol provocan sed.

Cómo surgió el mito: La publicidad de las gaseosas subraya el hecho de que se deben tomar cuando se siente calor. Los fabricantes prefieren ocultar la verdad de que, en realidad, lo único que puede saciar la sed es el agua natural.

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3. Tocino y huevos: un desayuno perfecto

Verdad: No hay estudios concluyentes sobre el efecto del desayuno en la figura.

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Cómo surgió el mito: En los años ’20 del siglo XX, a un famoso hombre de relaciones públicas, Edward Bernays, se le asignó la tarea de aumentar el consumo de tocino en Estados Unidos. Encargó un estudio que confirmó que un buen desayuno era mejor que uno ligero. Si la primera comida del día tiene que saciar, debe contener más tocino. Esta lógica fue aceptada por los consumidores y desde entonces, no sólo en EE.UU., sino también en todo el mundo, el 70 por ciento del tocino se consume por la mañana.

2. Hay analgésicos específicos para mujeres

Verdad: Existen medicamentos complejos que, a la vez, poseen propiedades antiespasmódicas, analgésicas y anti-inflamatorias.

Cómo surgió el mito: Los dolores periódicos en las mujeres son un hecho muy común y los fabricantes de medicamentos no pierden la oportunidad de obtener más beneficios. Los genéricos como analgin, drotaverinum y paracetamol son económicos. Es mucho más rentable vender los mismos componentes en un envase diferente y con la frase “Fórmula mejorada contra el dolor menstrual”.

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1. Los ositos de goma son dulces para los niños

Verdad: La composición de estos dulces gelatinosos incluye azúcar, almidón y colorantes alimentarios, pero no fruta. Otro engaño está en que los osos verdes pueden no tener el sabor de manzana y sí de fresa.

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Cómo surgió el mito: La forma “infantil” de estas gominolas no las hace saludables y seguras para el niño. Los dulces de un fabricante de renombre pueden consumirse de forma segura, pero con moderación. Pero es mejor evitar las compras en los mercadillos. Y en cuanto a los osos verdes, algunos fabricantes los hacen con sabor a fresa, mientras que los rojos saben a frambuesa.