En la antigüedad, los griegos y los chinos tenían que aplicar toneladas de polvo hecho de plomo y vinagre en sus caras para lograr una tez pálida perfecta. Se encontraron rastros de este polvo blanqueador durante muchas excavaciones arqueológicas.
1. Di “no” a la luz natural
Una fuente de luz natural en una habitación es, por supuesto, muy importante, pero a pesar de la opinión popular, la iluminación natural no es necesariamente la mejor para aplicarte el maquillaje. Te instamos a que, bajo ninguna circunstancia, incluso si el clima está nublado, te pongas el maquillaje bajo la luz del sol de manera directa. ¿Qué ves cuando te miras en el espejo en tales condiciones? Desafortunadamente, ves todo y aún más.
El caso es que, la luz natural es refractada por el vidrio de las ventana y brilla en tu cara. Esto le da a la piel un tono opaco y frío, además, resalta las imperfecciones que de lo contrario se habrían notado menos. Definitivamente querrás cubrirlos cuando los veas, pero al final, toda la iluminación te dará un maquillaje demasiado pesado y mal humor. Te aconsejamos invertir en un buen espejo para maquillaje con focos a su alrededor. Este tipo de luz caerá frontalmente en tu cara y resaltará cada parte de ella de manera uniforme. Elige bombillas con temperaturas neutras sin tonos amarillos o azules.
2. Consigue unos pinceles para pintar
Además de ser encontrados en las tiendas de cosméticos, los pinceles y las brochas sintéticas se pueden encontrar en las tiendas de arte. Su precio será mucho menor en comparación con las marcas de maquillaje profesional.
Un pincel de pintura fina japonesa es perfecta para hacer un delineado de ojos, ya que es delgado y constante. Un cepillo plano en ángulo es ideal para las cejas. Se puede usar un pequeño cepillo ovalado en ángulo para aplicar el lápiz labial sin rastros de pelos y uno más grande te ayudará a aplicar corrector o brillo de labios. Los pinceles cuadrados planos son útiles para hacer los toques finales y así corregir cualquier error o para hacer que las líneas de sombra de ojos parezcan menos fuertes e intensas.
3. Aplica acondicionador sobre los pinceles de cerdas naturales
Cuidas tu cabello, ¿por qué no haces lo mismo con tus pinceles naturales? Sus finas cerdas necesitan acondicionamiento tanto como nuestras mechas de cabello. Por lo general, el acondicionador va junto con el limpiador de pinceles, si decides comprarlo. Pero si no es así, también puedes usar cualquier producto profesional para el cabello.
Un acondicionador es un producto de limpieza menos agresivo, le da a las brochas y pinceles un aroma agradable y cubre las cerdas con una película protectora. La estructura se vuelve más suave y el cepillo mantiene su flexibilidad. Recuerda que los pinceles de buena calidad en su mejor estado son la mitad del trabajo y responsables del éxito de un gran maquillaje.
4. Asegúrate de que tu crema facial y tu primer de maquillaje tengan la misma base
Los cosméticos deben adaptarse tanto a tu tipo de piel como a tu maquillaje diario. Por ejemplo, tu crema, tu primer y el maquillaje deben tener la misma base, ya sea de agua o de aceite. El aceite no reacciona bien con el agua, eso lo sabemos por las lecciones de química. Por ello es importante conocer esta regla al ponernos maquillaje. La base de maquillaje líquido humectante (agua) no se mantendrá sobre una crema muy pesada (aceite).
Es fácil saber la base del producto que estás usando: las cremas a base de agua se disuelven en agua y las que están hechas de aceite, dejan una película aceitosa en la superficie.
5. Prueba con un primer para ojos en lugar de una crema para ojos
Una base suavizante es una crema liviana, semitransparente, de color rosa claro, rica en partículas que reflejan la luz. Tal primer o prebase resalta el área del ojo y la prepara para aplicar el corrector. También cubre instantáneamente la descamación de la piel y las imperfecciones.
Asegúrate de limpiar el párpado superior para retirar el aceite de la piel. La humedad excesiva afectará negativamente la duración de tu maquillaje.
6. Usa el polvo mineral de la manera correcta
El polvo mineral es una base en forma de polvo. Sus finas partículas se disuelven gradualmente en la prebase de maquillaje o el primer y el aceite de la piel, creando una cobertura muy delgada en la cara. Dicho polvo es excelente para pieles hipersensibles, secas y decoloradas sin dar una pigmentación excesiva. También será útil en las vacaciones porque su cobertura no se deshace con el sol ni se filtra por la humedad, además, tiene un alto nivel de protección contra los rayos ultravioleta.
Se le considera un producto de “acción retardada” porque pueden pasar de 20 a 40 minutos antes de que aparezca el efecto final. Para lograr un efecto instantáneo, rocía un poco de crema hidratante en la cara inmediatamente después de aplicar el polvo, con esto, sus partículas se disolverán en los componentes hidratantes. Aplica el polvo con una brocha grande encima del primer. Pero no apliques la base de maquillaje con este mismo, ya que son productos similares y podrías terminar con un efecto de enmascaramiento.
7. Cubre las ojeras correctamente
Si las bolsas debajo de los ojos son uno de tus principales problemas, concéntrate en resaltar esta área. Consigue un corrector con un par de tonos más claros que tu tono de piel y aplícalo debajo de los ojos. El consejo aquí es aplicar el corrector en forma de triángulo desde la esquina interna del ojo hacia el exterior y luego hacia las alas de la nariz. Sombrea los contornos, así es como el área hinchada se verá uniformemente resaltada y no llamará la atención por su volumen.
8. Brilla como un diamante con destellos de luz (pero no exageres)
El “strobing” (técnica de iluminación) es una de las técnicas que se supone corrigen la forma de tu cara. Se trata de resaltar algunas partes del rostro con la ayuda de productos que reflejan la luz. En otras palabras, esto te da frescura y un brillo saludable a tu cara.
Sin embargo, el uso de la técnica strobing tiene algunas reglas. Recuerda siempre lo siguiente:
- Decoloración de la piel con arrugas visibles: Mezcla todos los productos que reflejan la luz que vas a usar con el polvo para evitar resaltar una superficie irregular en la piel.
- Piel grasa: Nunca apliques dichos productos en áreas con secreción activa de sebo como por ejemplo, la mitad de la frente las mejillas o la barbilla (también conocida como la zona T). Creará un efecto de “panqueque aceitoso”.
- Áreas hinchadas: El reflejo de la luz proporciona el máximo volumen. Usa solo productos mate para esas zonas.
- Piel con acné: Las espinillas y las manchas oscuras se harán más visibles si aplicas productos que reflejan la luz en ellas. Úsalos solo debajo de una base de maquillaje.
9. Rellena entre las pestañas superiores para una apariencia impecable en un delineado ojo de gato
Para hacer los ojos más expresivos, es crucial rellenar los espacios vacíos entre las pestañas superiores. Si quedan espacios en blanco entre estas mismas al hacer “smoky eyes” (ojos ahumados) o un delineado ojo de gato, el resultado será un maquillaje plano e imperfecto.
Un lápiz suave de ojos en forma de polvo es ideal para esta tarea. Su textura se mantiene firme entre las pestañas creando un contorno natural, se lava fácilmente, no daña los ojos durante la aplicación y no se mancha durante el día. El principio es simple: cuanto más intenso quieres que sea el maquillaje de tus ojos, más oscuro deberá ser el color del lápiz.
10. Dale a tu sombra de ojos una nueva vida con la técnica húmeda
La mayoría de las sombras aplicadas con un pincel seco o húmedo tienen un aspecto absolutamente diferente una vez que han sido aplicadas en los párpados. Las sombras de los ojos secas aplicadas con la técnica húmeda cambian su estructura. Por ejemplo, las sombras mate se vuelven más oscuras y tienen un acabado denso similar al fieltro. Estas son perfectas para delinear los ojos y crear líneas perfectas. Las sombras brillantes se vuelven color crema y brillan cuando se aplica la técnica húmeda.
Moja el cepillo, aprieta con la mano y luego una vez más seca con una toalla de papel. El cepillo deberá estar ligeramente húmedo. También puedes usar un spray fijador de maquillaje, un aerosol hidratante facial, o incluso gotas para los ojos con este propósito. Las sombras se vuelven similares a las acuarelas en esta técnica, por lo tanto, aplícalas con movimientos ligeros de deslizamiento.
11. Termina tu maquillaje con polvos transparentes
Un polvo transparente se utiliza como producto de acabado que iguala y resalta la piel gracias a los rayos solares directos reflectantes que crean un efecto de Photoshop. Sus partículas son muy pequeñas y crean una nube cuando abres el frasco. También le da un acabado mate, evitando que tu maquillaje cree un brillo graso. Pero lo que es importante entender es que este polvo no ayuda a difuminar y sombrear otros productos secos o líquidos. Por lo cual es mejor aplicar un resaltador o un rubor antes de aplicar un polvo transparente y luego fijarlos con una capa delgada. Una brocha o un pincel de doble fibra sería perfecto para este trabajo.
Además, deberías prestar atención a no aplicar demasiado polvo, de lo contrario, la luz se reflejará en lo blanco. En la vida cotidiana, esto puede no ser tan visible, pero en tus fotos, tu cara se verá como si estuviera cubierta de harina. Muchas celebridades han tenido la desgracia de experimentar este error en las fotos. Como lo expresa la marca de cosméticos Urban Decay, la belleza debe tener un límite y ¡estamos totalmente de acuerdo con ellos!
Bonus: 10 Secretos para aplicar la base de maquillaje
Uno de los errores más típicos que suelen producirse con el maquillaje es el “efecto máscara”: un rostro demasiado plano o, por el contrario, con un exceso de contouring. Es fácil equivocarse al aplicar una base de maquillaje, pero es difícil no percibirlo, ya que un error así puede arruinar la imagen más sofisticada. ¿Tu interlocutor te lleva mirando fijamente durante varios minutos? Quizás le hayas gustado. Pero todo puede resultar mucho más prosaico: tienes una mancha de base de maquillaje en el cuello.
1. Utilizar la brocha inadecuada
La calidad de la aplicación de la base depende directamente, no solo del producto en sí mismo, también de la brocha que se utiliza. Fíjate en las herramientas que cuentan con un pelo grueso y denso, y lo más importante: artificial. Este tipo de brochas son ideales para texturas cremosas. Distribuyen la base de una manera más uniforme y no absorben demasiado producto.
Te puede servir una legendaria dúo fibra, una tipo “espátula”, “brocha gorda” o una kabuki con un corte plano.
2. Ignorar la hidratación
A veces, disponer de tres minutos es un verdadero lujo. Especialmente por la mañana, cuando cada segundo cuenta. Pero si un peinado descuidado se puede disimular con unas trenzas, la ausencia de humectación afectará tanto el aspecto como la juventud de la piel. Además, se verá muy poco atractivo: la base de maquillaje enfatizará la descamación y convertirá el rostro en una máscara.
Adquiere el hábito de aplicarte la crema de día inmediatamente después de lavarte la cara por la mañana. Así, a la hora de aplicarte el maquillaje, este tendrá tiempo para absorberse completamente. Y no te olvides de exfoliar a tiempo las células muertas con un scrub.
3. Renunciar a la base de maquillaje
El mayor error en el uso de la base de maquillaje es la ausencia de esta. Especialmente si al mismo tiempo se aplica cosmética decorativa.
Asegúrate de que el rostro adquiera un tono uniforme. Si tu piel es casi perfecta, puedes limitarte a aplicarte el polvo o un fluido ligero. Pero no dejes la cara al desnudo por completo. A pesar de la creencia generalizada de que la base sobrecarga la piel, esto no es más que un mito. Estos productos protegen de manera eficaz el rostro de los factores externos.
4. Aplicar capas de maquillaje
En los videotutoriales de los maquilladores, estamos acostumbrados a ver el kit completo: crema, primer, base de maquillaje, rubor, bronceador, resaltador, polvo y ¡listo!: el maquillaje “natural” se ha completado. Pero en la vida real, un contouring gráfico y las multicapas quedan fuera de lugar, incluso si se emplean cosméticos profesionales de elevada calidad. En el maquillaje diario será suficiente con una ligera capa de rubor.
La aplicación descuidada de la siguiente capa puede mover la anterior. Aplica el rubor por encima de la base de maquillaje en una capa fina con un cepillo suave y esponjoso. De este modo, el maquillaje no quedará con manchas ni se verá con “calvicies”.
5. Aplicar la base de maquillaje en vez del corrector
A simple vista, puede parecer que la base de maquillaje y el corrector tienen objetivos idénticos: disimular las imperfecciones. ¿Vale la pena entonces adquirir ambos productos o sería más lógico aplicar la base por todo el rostro, especialmente, si este no presenta imperfecciones notorias?
Muchas mujeres consideran erróneamente que tienen una piel problemática y, debido a 5–10 “manchitas”, la cubren completamente con una base densa. Los artistas del maquillaje recomiendan aplicar por toda la cara una capa mínima de esta y para los pequeños defectos, optar por un corrector puntualmente. Incluso si presentas una piel problemática, con esto será suficiente para nivelar su tono. Además, incluso la base más densa no ocultará las imperfecciones, ese no es su cometido. Para disimular los enrojecimientos, las ojeras azuladas o verdosas, existen correctores apropiados de diferentes tonos: desde el durazno hasta el morado. Así, el tono verde disimulará esos enrojecimientos, el lavanda hará frente al tono amarillento, mientras que el albaricoque refrescará la piel gris y cansada.
6. Elegir la base que coincide con el tono del rostro
La piel del rostro, con más frecuencia que otras zonas del cuerpo, se ve expuesta a procedimientos cosméticos: peelings, exfoliantes y similares. Debido a esto, el bronceado de verano desaparece de manera irregular, por lo que la cara se vuelve más clara que el cuello y las orejas.
Eligiendo una base, guíate por el tono de tu escote. Probablemente, necesitarás un producto varios tonos más oscuro que el color facial verdadero. En este caso, no se verá demasiado blanco, de manera antinatural. Si optas por una crema del mismo tono que el cuello, puedes cometer un error, ya que esta parte del cuerpo recibe sombras desde muchos ángulos.
7. Elegir el tono de la base bajo la influencia de una luz artificial
Con la iluminación artificial en una tienda, la base de maquillaje puede verse muy diferente a si estás en la calle, o incluso bajo una luz diferente.
Para no errar con el tono, aplica el producto del probador y evalúa su color cerca de una ventana. Si esto no fuera posible, sal al exterior. Además, tómate tu tiempo paseando por las tiendas para ir viendo cómo la base se comportará sobre tu piel: algunos productos pueden oxidarse, por lo que el rostro adquiere un tinte rojizo desagradable.
8. Olvidarte de difuminar la base
Un difuminado descuidado puede arruinar incluso un maquillaje perfecto. Presta especial atención a los bordes del cuello y las orejas, la “zona muerta”, donde la visibilidad es limitada.
Para obtener un difuminado ideal, utiliza una esponja húmeda pero bien escurrida para el contorno del rostro. Así, la capa resultará ser lo más ligera y natural posible, sin rayas ni manchas. Evita que la base llegue a la línea de crecimiento del cabello: eliminar el pigmento será muy complicado.
9. Utilizar productos con brillo a diario
La sutil frontera entre un esplendor delicado y brillo fuera de lugar no es tan fácil de encontrar. Te pasas un poco recogiendo el producto con la brocha y, ¡ya está! El rostro brilla como una guirnalda de un árbol de Navidad.
Especialmente, muchas mujeres “brillantes” aparecieron en las calles de las ciudades grandes, y no tanto, después de que se pusiera de moda el strobing. Esta técnica permite aportar relieve al rostro sin recurrir a un contouring notorio. Sin embargo, en el día a día, es mejor renunciar a las texturas demasiado brillantes.
10. Utilizar agua micelar por debajo de la base de maquillaje
Algunas mujeres utilizan agua micelar por la mañana para limpiar y tonificar su piel. Sin embargo, si planificas aplicarte luego la base tonal, déjala para retirar el maquillaje y cuidar de tu piel por la noche.
Las micelas que contienen estos productos no solo absorben la grasa y la suciedad, sino también las partículas del maquillaje. Debido a esto, la base puede aplicarse de manera irregular. Para refrescar tu rostro, utiliza un tónico tradicional.