Julien Smith, un escritor y coach de negocios estadounidense, cree que el mundo está interesado en hacer que las personas sean estúpidas: así son más fáciles de manejar. E incluso si dedicas mucho tiempo a la autoformación para expandir tus horizontes, igual existen cosas que te niegas a creer a menudo, aunque en el fondo sepas que son ciertas.
1. La mayoría de tus recuerdos son falsos
El cerebro nos juega una mala pasada manipulando y mezclando nuestras memorias. No recordamos el evento en sí, sino nuestro último recuerdo de él, y luego el recuerdo de ese recuerdo, y así sucesivamente. ¿Te acuerdas del juego “Teléfono descompuesto”? Casi lo mismo ocurre cuando repasas en tu cabeza un evento del pasado.
2. Todos estamos en condiciones desiguales
La vida de algunas personas, desde el principio, es más complicada que la de otras. Alguien nace en un barrio pobre y abandona la escuela para ganar dinero para poder alimentarse, mientras que otro nace siendo heredero de una corporación. Es lógico suponer quién tendrá una vida más exitosa. Sí, hay excepciones a esta regla. Sin embargo, no podemos decir que sean muchas.
3. Nadie necesita a alguien que no se necesita
Mientras esperas a tu príncipe azul tienes todas las posibilidades de envejecer y morir sola. Solo tú puedes ayudarte. Además, te conviene amarte y respetarte a ti misma. No transfieras la responsabilidad de tu vida a los demás, de lo contrario, siempre serás rehén de un cambio emocional: estás bien teniendo a alguien cerca y te sentirás mal cuando estés sola. Además, la segunda situación se repetirá cada vez más a menudo.
4. Este mundo no te debe nada en absoluto
Incluso si eres lindo, inteligente, muy educado, e incluso tienes una personalidad increíble, esto no significa que el mundo abrirá con alegría todas sus puertas para conocerte. Las personas exitosas saben que solo hay dos opciones: sentir lástima por ti toda tu vida, porque te mereces más, o luchar por tu lugar bajo el sol, sabiendo que la pelea no será fácil en absoluto. La elección es completamente tuya.
5. Tienes más tiempo del que crees
Cada semana tiene 168 horas, y es realmente mucho. Además, fue Einstein quien demostró que el tiempo no es constante, y los científicos modernos están de acuerdo con él. Reemplaza la frase “No tengo tiempo” por “esta no es mi prioridad”. ¿No practicas deportes y comes comida rápida? Tu salud no es tu prioridad. ¿No ayudas a tu pareja en tareas domésticas? Esa relación no es tu prioridad. Suena duro, pero honesto.
6. Tu vida nunca será perfecta
Nunca habrá un momento “indicado” para casarse, tener un hijo, cambiar de trabajo o mudarse a otro país. La necesidad de estar esperando la hora mágica se basa en tu miedo al cambio y a salir de la zona de confort. Por cierto, ¿alguna vez sentiste que ha llegado ese momento? Haz lo que te asusta, de lo contrario pronto tendrás miedo hasta de tu propia vida.
7. Nadie está realmente tan ocupado como para no responderte
Tu pareja está demasiado ocupada para responder a tu trigésimo mensaje. Un empleador está trabajando y no puede devolverte la llamada después de una entrevista. De hecho, todo es mucho más simple: no quieren responderte. Y cuanto antes dejes de preocuparte por las personas a quienes realmente no le importas, más fácil será tu vida.
8. No puedes gustar a absolutamente todo el mundo
No importa cuán amable, buena, generosa y noble seas. En el mundo siempre habrá quienes te consideren un sinvergüenza y un bastardo, incluso si no les das la más mínima razón para pensarlo.
9. La vida es injusta
No siempre serás recompensado por un buen trabajo. Y si eres una persona cariñosa y atenta, esto no significa que tu pareja no te dejará a tu suerte algún día. El mal no siempre será castigado. No necesariamente tendrás ayuda en tiempos difíciles, pero eso no significa que la vida sea mala. Simplemente no exijas demasiado de ella.
10. La persona que tenga mayores probabilidades de matarte eres tú
A menudo no podemos matarnos por el instinto de supervivencia, pero sin ningún problema nos destruimos poco a poco, día tras día, o arriesgamos nuestras vidas sin pensar en las consecuencias. Los malos hábitos, la violación de las normas de tráfico, la disposición a subirse a un automóvil de un extraño: a menudo nos ponemos en peligro. Y dicen que las personas son razonables. Si comprendes estas cosas puedes hacer que tu vida sea mucho más transparente y cuerda, y podrás protegerte de un par de acciones muy estúpidas. ¿Qué te gustaría agregar a nuestra lista? ¿O crees que estamos exagerando?
Bonus: 14 Mitos sobre la belleza con los que nos hacemos daño a nosotros mismos
La belleza requiere de sacrificio. Y para seguir siendo hermosas, estamos dispuestas a aceptarlo de buena voluntad. Pero, como ya se ha demostrado, muchas de las acciones habituales para mantener una apariencia en inmaculadas condiciones no son tan necesarias. Algunas de ellas incluso no solo nos hacen perder tiempo y dinero, sino que también nos perjudican.
Mito № 1. El maquillaje a diario es perjudicial para la piel
En realidad, lo que perjudica a la piel no es el maquillaje en sí mismo, sino renunciar al procedimiento diario para quitarlo antes de ir a dormir. Por la noche, la piel debe respirar y oxigenarse, mientras que de día, los cosméticos modernos con filtros UV, propiedades hidratantes y protectoras solo serán beneficiosos, ya que protegen la piel de los impactos ambientales agresivos.
Mito № 2. Si el frasco advierte de ser “hipoalergénico”, el producto es adecuado para cualquier tipo de piel
Los cosméticos etiquetados como hipoalergénicos no llevan en su composición solo los ingredientes alergénicos más comunes, por ejemplo, el alcohol. La única sustancia a la que no reacciona ninguna piel es el agua destilada. Así las cosas, antes de comprar, debes examinar cuidadosamente la composición de incluso los productos más seguros. Los cosméticos a base de ingredientes naturales tampoco son adecuados para todos.
Mito № 3. La crema hidratante no previene la aparición de arrugas
En realidad, hoy día, muchas cremas hidratantes luchan contra la aparición de arrugas. Lo importante es asegurarte de que la composición de la crema que utilizas incluya filtros UV y vitaminas con antioxidantes.
Mito № 4: Las cremas dejan de funcionar porque la piel se acostumbra: deben cambiarse periódicamente
En realidad, esto no es así. En ocasiones, pasar a una nueva crema se antoja estresante para la piel. Pero debes tener en cuenta que para las diferentes estaciones del año, las normas del cuidado de la piel son diferentes. Si en verano basta con usar una crema para mantener un nivel óptimo de pH, con la llegada del frío, a la protección habitual de la piel contra la luz solar directa, así como del viento y el polvo, vale la pena añadir elementos nutritivos e hidratantes.
Mito № 5. La crema facial debe aplicarse de abajo hacia arriba
Muchos creen que existen reglas especiales para aplicar la crema en el rostro y que los movimientos circulares de arriba a abajo aumentarán los efectos de la misma. En realidad, las reglas realmente existen, pero los movimientos de las manos no tienen importancia en este sentido.
Mito № 6. Para prevenir las arrugas, debes beber mucha agua
El mito de que consumiendo regularmente una cantidad suficiente de agua se contribuye a frenar el envejecimiento de la piel es muy popular, pero, desafortunadamente, carece de justificación. Las células de la capa superior de la epidermis, por regla general, ya están muertas, no absorben la humedad desde dentro.
Mito № 7. Si haces gimnasia facial regularmente puedes eliminar las arrugas
La cara es la única parte del cuerpo donde los músculos se adhieren directamente a la piel. El estiramiento constante y los ejercicios no contribuyen a alisar las arrugas que ya existen.
Mito № 8. Es beneficioso exponerse al sol para reducir el acné, ya que así se reseca
El sol realmente reseca la piel, pero esta reacciona produciendo aún más grasa, lo que conduce a una obstrucción de los poros. Además, la exposición prolongada al sol sin protección puede desencadenar una reacción alérgica al sol, debido a la cual, la piel se cubre de acné.
Mito № 9. Un buen bronceado, principal indicador de una piel sana
El bronceado es una reacción protectora de la piel a un daño generado. Un buen bronceado significa que la piel está dañada y trata de protegerse.
Mito № 10. Eliminar los lunares puede perjudicar la salud
Un lunar es una formación pigmentada sobre la piel. Los lunares pueden ser de diferentes formas y colores. La mayoría de ellos no son peligrosos, pero bajo la influencia de ciertos factores externos, algunos degeneran en melanomas, por lo que deben eliminarse todas las formaciones benignas sobre la piel. Este procedimiento de medicación es completamente seguro.
Mito № 11. Es beneficioso frotar el rostro con hielo
Frotar el rostro con hielo no es beneficioso para todas las personas: las bajas temperaturas pueden dañar la piel. Así, se puede alterar el flujo sanguíneo, dando lugar a la aparición de hinchazones y arañas vasculares. Además, la disminución en la función de las glándulas sebáceas conduce a la pérdida de elasticidad. No debe abusarse de este procedimiento y las personas con la piel seca deben renunciar a este por completo. Para la piel del rostro existen muchos productos cosméticos que aportan más beneficios que el hielo.
Mito № 12. Si te cortas el pelo con más frecuencia, crecerá más rápido
El cabello crece siempre al mismo ritmo: aproximadamente un centímetro al mes, independientemente de la frecuencia con la que se corte y si se corta o no.
Mito № 13. Hace falta lavarse los dientes después de cada comida
Cepillarse los dientes inmediatamente después de comer no solo no aporta beneficios, sino que resulta perjudicial, como ya han confirmado algunos estudios recientes. El ácido que penetra en la cavidad oral con los alimentos, se impregna al esmalte dental, contribuyendo a su erosión. Si regularmente te cepillas los dientes en los primeros 30 minutos tras comer, el esmalte dental se destruirá mucho más rápido.
Mito № 14. El esmalte perjudica las uñas, ya que no les permite respirar
Las uñas son células muertas. Si la placa de la uña respirase, el esmalte, simplemente, no podría adherirse debido a una humedad excesiva. Las uñas no necesitan oxígeno, se alimentan a través de los capilares que se encuentran en la zona debajo de la cutícula.