Apostamos a que, si te peinabas con trenzas en tu infancia, entonces probablemente te sentías como la protagonista principal de una broma sobre una chica que sonreía todo el tiempo. Sí, sí, aquella misma a la que le hicieron una trenza más apretada para que aguantara hasta el final del día. Del mismo modo, trasladamos a la vida adulta el hábito de ajustar el cabello y, al mismo tiempo, aprendimos a confeccionar rizos con el cabello húmedo para toda la noche, dominando toda una serie de estilos de “peinados sólidos y duraderos”.
1. Cola alta y trenzas apretadas
A todos estos peinados los une una sola cosa: tiran fuerte del cabello. A las mujeres que constantemente recurren a ellos les resultará familiar el dolor que dejan en las raíces del pelo. Por cierto, los investigadores afirman que esto no es en absoluto una sensación fantasma. Debido a la tensión constante, los folículos pilosos se dañan, lo que provoca cierto dolor cuando las trenzas se deshacen.
Por lo tanto, se recomienda que estos peinados densos no se realicen más de un par de veces a la semana y nunca se dejen de un día para otro. El cabello, al igual que todo nuestro cuerpo, necesita relajarse.
2. Peinados voluminosos
En teoría, estos peinados pertenecen a la categoría de fiesta, pero algunas de nosotras hacemos esta barbaridad con nuestro cabello casi todos los días. Como resultado, las escamas que cubren las hebras del pelo pueden comenzar a desaparecer, provocando que los mechones se vuelvan quebradizos y opacos.
3. Estilo húmedo
En realidad, este peinado supone apretar el cabello con el doble de fuerza. Así que, por mucho que te guste recogerte el pelo húmedo en un moño o hacerte rizos, no lo hagas. El cabello mojado se vuelve más elástico y se estira con mayor facilidad, pero en su estado seco, esta carga puede ser excesiva. Y, como resultado, algunos cabellos simplemente pueden romperse.
4. Horquillas y clips de metal
Los clips metálicos provocan daños muy graves en el cabello. En primer lugar, aprietan el pelo en un plano, ejerciendo una carga constante en una sola parte de la cabeza. Además, a menudo, el cabello se mete en el cierre que ejerce la presión. Esto desemboca en hebras dobladas e incluso arrancadas. Las horquillas tampoco son la mejor opción para quienes se preocupan por la belleza de su cabello. Provocan que el pelo se doble y, cuando se retiran, raspan la cutícula, provocando lesiones. Es más seguro recurrir a las pinzas de cangrejo de plástico con dientes suaves y sin ningún tipo de decoración.
5. Alisado de queratina
Durante este procedimiento, los enlaces entre las moléculas del cabello se destruyen y su estructura cambia. Los rizos se enderezan, se vuelven más elásticos y obedientes. Pero vale la pena recordar que esto solo es un efecto temporal: el cabello estará perfectamente liso de 2 a 6 meses. Y sí, la composición de muchos productos utilizados para el alisamiento incluye formaldehídos.
Los rizos tratados toleran mal la humedad. Los primeros 2-3 días ni siquiera se pueden lavar. Y si decides alisarte el cabello antes de ir a unas vacaciones al mar, simplemente tirarás tu dinero. Además, en el sentido más estricto, las corrientes de aire húmedo y caliente destruirán rápidamente la capa de queratina de tu cabellera.
6. Extensiones de cápsula
El principal problema en este caso es la lesión de las puntas de tu propio pelo. Simplemente pueden no aguantar una carga que aumenta de manera brusca. Y las zonas de fijación se vuelven más vulnerables tras el lavado. Después de dormir con el pelo mojado o con un peinado descuidado, puedes fácilmente quedarte sin una parte de tu nuevo peinado. Por eso, después de unas extensiones, se recomienda dormir con una trenza cuidada (pero no apretada) o recoger el pelo en un moño durante toda la noche.
7. Gomas para el pelo con pedrería o detalles metálicos
Lo mejor es elegir gomas sin adornos metálicos. El cabello se aferra fácilmente a estos detalles innecesarios y, con cualquier movimiento descuidado, puede romperse o quedar dañado. Una buena elección puede ser una goma de tela normal y corriente. Cuanto más gruesa y suave sea, mejor, ya que las bandas elásticas anchas no aprietan el pelo en exceso.
8. Cepillos de metal y peines de madera
Muchas de nosotras creemos que un cepillo de madera es una cosa 100 % beneficiosa. Pero no. Es mejor abstenerse de comprar peines de madera: sus dientes a menudo no están pulidos y raspan dolorosamente el cuero cabelludo. Si quieres algo natural y ecológico, es mejor dar preferencia a un peine con dientes redondeados. Los peines con muchos dientes y los cepillos de metal tampoco son la mejor opción. Todos ellos se doblan y acaban lesionando el cabello, mientras que los metálicos pueden incluso provocar una reacción a los componentes químicos del cabello teñido.
9. Permanente con rulos
Es prácticamente la permanente de toda la vida, solo que se recurre a productos más suaves para obtener un resultado más natural. Una persona que no entiende del tema podría pensar que tienes rizos increíbles gracias a la madre naturaleza.
Pero aun así, no se pueden evitar los efectos secundarios de las composiciones químicas. Se recomienda hacerle la permanente solo al cabello sano. Pero incluso en ese caso, no serás inmune a la aparición de puntas abiertas o pelo quebradizo. Y, por cierto, este procedimiento no es recomendable si te has teñido: después de la permanente, el color de tu pelo puede cambiar hacia el tono más inesperado.
10. Experimentos con mascarillas caseras
“Hecho en casa y natural” no siempre significa “saludable”. Con un uso inadecuado y frecuente, incluso el famoso aceite de bardana puede causar una reacción alérgica en el cuero cabelludo. El riesgo se eleva también al utilizar una mascarilla de gelatina. Últimamente, se recurre a esta con frecuencia para poder hacer una laminación del cabello en casa. Incluso si consigues quitar con el peine todo el exceso de producto, las raíces cubiertas con la película pueden sufrir una falta de nutrientes y oxígeno. Una mascarilla de este tipo es especialmente perjudicial para el cabello graso: los mechones se vuelven más pesados, más difíciles de peinar y adquieren una apariencia descuidada.
Bonus: 10 Peinados que pueden indicar mal gusto y con qué reemplazarlos
El mal gusto es una etiqueta que no solo se asocia con la forma de ser de una persona, sino también con su apariencia. Y el peligro, como ya sabemos, está en los detalles. Incluso la imagen más cuidada puede ser arruinada por algo tan insignificante como un pasador o una coleta mal hecha.
1. Trenzas
Si tu edad es mayor de 12 años, las trenzas serán extremadamente inapropiadas: solo agregarán infantilidad a tu imagen. ¿No quieres renunciar al pelo trenzado? Puedes elegir como alternativa algunas opciones más elegantes: la francesa, la “espiguilla”, la “cascada”, etc.
2. Coleta con un elástico de tela
Un grueso elástico de tela es el principal indicio de mal gusto en las películas. Mirada ingenua, coleta hasta la cintura y un elástico azul, ¿te suena familiar? La estilista Dina Scherer, propietaria de la agencia de asesoría de estilo Modnitsa Styling, de Nueva York, recomienda tener más cuidado con esta clase de accesorios. Como solía decir Carrie Bradshaw en “Sexo en la ciudad”, “Un elástico de tela solo es apropiado en la bañera”. ¿Con qué reemplazarlo? Una banda elástica delgada del mismo color que el cabello. Si aun así se destaca demasiado, puedes tomar un mechón de pelo, envolver la banda con él y asegurarlo con un pasador.
3. Moño alto con relleno
Cuando apareció el truco de los rellenos para el cabello, se convirtió en tendencia rápidamente. ¡Pero dejó de serlo a la misma velocidad! Un moño alto luce demasiado liso y prolijo, pero si tienes el pelo grueso y largo, parecerá una “segunda cabeza”. ¿No te gusta andar con el cabello suelto? Los estilistas aconsejan usar moños naturales, ligeramente descuidados.
4. Cabello recogido con un broche con “cierre de cangrejo”
Los broches con “cierre de cangrejo” son una excelente solución cuando necesitas recoger rápidamente tu cabello suelto antes de ir a la ducha o de hacer la limpieza. Pero elige algo más elegante y con más estilo para salir, aún si “solo vas a la tienda”.
5. Cabello rizado + flequillo recto
Esta combinación todavía se puede ver en fiestas de graduación, eventos corporativos y celebraciones familiares. ¡Pero parecen dos peinados diferentes! Unas ligeras ondas naturales serán una buena alternativa a los rizos.
6. Efecto del cabello mojado
Esta técnica ya está pasada de moda. Por supuesto que puedes optar por un ligero efecto de cabello mojado si vas a una fiesta, pero no exageres. El exceso de gel hará que tu cabello se vea demasiado graso. Y en una oficina, esta apariencia resulta francamente inapropiada.
7. Coleta en la nuca con el cabello aplastado
Solo dos tipos de coletas se ven con estilo: las altas y las bajas. Una a la altura de la nuca es una opción intermedia que no solo te convertirá en una persona de mal gusto, sino que también creará un efecto de cabello escaso y sucio.
Si te resulta difícil hacer una coleta alta, entonces haz una baja. Puedes dejar que tenga una apariencia ligeramente descuidada, eso hará que se vea sutil y femenina. No olvides agregar volumen en la parte superior de la cabeza para que no parezca que tienes raíces grasas.
8. Pasadores que se ven demasiado
La tarea de los pasadores es sujetar imperceptiblemente los mechones sueltos, pero sin verse. Los expertos aconsejan utilizarlos de dos maneras:
- Elegir un accesorio que combine con el color del cabello y ocultarlo debajo de él.
- Comprar pasadores coloridos o elegantes y usarlos como accesorio principal (pero no exageres con la cantidad).
9. Demasiada laca para el cabello
Unos rizos duros que no le temen al viento son uno de los principales signos de mal gusto. Ponen en evidencia el hecho de que has trabajado demasiado para verte bien, y que quieres gustarle a todo el mundo. Los estilistas recomiendan elegir un peinado más natural, con el que tus esfuerzos no se noten mucho.
10. Ombré con límite marcado
El teñido con el método ombré supone una transición suave de un color a otro. Para lograrlo, los estilistas utilizan varios tonos intermedios. Un corte recto y marcado se obtiene si:
- Te teñiste el pelo tú misma.
- Tu cabello fue teñido por una amiga (que hizo la técnica por primera vez).
- El profesional del salón tiene poca experiencia.
Para evitar tener una mala apariencia, verifica la experiencia del estilista y no trates de hacer un ombré en casa.