Siempre albergamos la necesidad de guardar ropa, pero no todo el mundo piensa a fondo cómo hacerlo bien. A veces, debido a esto, se acaban estropeando prendas caras y muy queridas.
1. Cuidado inadecuado de la ropa de temporada
Antes del almacenamiento estacional de la ropa, siempre hay que darles a los abrigos y otras prendas similares una limpieza en seco. Bajo ningún concepto guardes tu ropa en el armario sin limpiarla. Debido a esto, tus abrigos de piel pueden perder su apariencia original y su brillo y las prendas de cuero, su elasticidad y viveza. También antes de guardarlas es necesario tratarlas con productos especiales contra los insectos.
2. Embalaje al vacío para todas las prendas
En la actualidad, las bolsas de vacío se han vuelto muy populares. Para las prendas de cuero natural y de piel este método de almacenamiento se antoja inaceptable, ya que sin acceso al aire, el producto se “sofoca”: acaba adquiriendo un olor desagradable, los detalles se adhieren, las vellosidades de la piel se doblarán y se acabará estropeando.
3. Perchas seleccionadas incorrectamente
No escatimes con las perchas. Si en tu armario sólo tienes 5 y la cantidad de prendas la supera en 10 veces, tienes un problema: ve inmediatamente a una tienda y compra cuantas perchas necesites. Otra cosa que nunca debes hacer es colocar en una de ellas varias prendas, una encima de otra: cuando hay 5 prendas en una percha, la ropa se arruga y no “respira”.
- Elige perchas adecuadas para el tamaño de la ropa para que, con el tiempo, en las mangas no se formen burbujas.
- Las perchas deben coincidir con el peso y el tipo de ropa: no cuelgues abrigos pesados en perchas pequeñas y finas, ni un vestido de tela delicada sobre una de madera vieja, ya que su superficie puede engancharse a la tela.
4. Almacenamiento inadecuado de suéteres y prendas de punto
Las prendas de punto y de lana no deben guardarse colgadas en perchas, porque se estiran y pierden su forma. Para almacenar suéteres suaves y voluminosos utiliza estantes de tela con divisiones estrechas, son perfectos para resolver este problema. Un suéter de lana se guarda de forma ideal cuando está doblado en un estante separado. Si pones algo pesado encima, lo deformarás.
5. Almacenamiento de vestidos largos en perchas
A las faldas y los vestidos largos cuyo dobladillo toca el suelo del armario es mejor colgarlos sobre una barra: se arrugarán menos y así no tendrás que plancharlos cada dos por tres.
6. Guardado incorrecto de los pantalones
Además de la tradicional barra transversal para perchas, los armarios modernos a menudo están equipados con barras retráctiles. Pero la lana y las prendas de punto ceden en el lugar de inflexión y si utilizas una percha con pinzas, entonces, en la tela suave del pantalón pueden aparecer marcas. Por lo tanto, la mejor manera de almacenarlos a largo plazo es colgándolos en una percha que sujete todo el ancho de la parte inferior de los mismos.
7. Doblar los sostenes por la mitad
Al doblar sostenes de esta manera, corres el riesgo de arruinar el estilo de la prenda a la que has confiado una misión tan importante: sujetar el pecho y hacer hincapié en su belleza. Es mejor poner los sostenes uno sobre el otro, de modo que las copas derecha e izquierda se asienten sobre el siguiente bra, colocado de forma similar.
8. Usar una estantería en lugar de una percha y viceversa
Tanto los vestidos de tejidos delicados, como blusas y camisas deben ser colgados en perchas acordes a su tamaño, mientras que las prendas de punto y de lana es mejor plegarlas y guardarlas en el estante para que no se deformen.
9. Guardar múltiples prendas en perchas que no fueron diseñadas para este fin
Probablemente, colgar varias prendas a la vez en una percha es la peor idea que se te puede ocurrir. Ahorrarás espacio en el armario, pero seguro que se arrugará la ropa que queda en la parte inferior. Varias prendas en una percha se pueden colgar solamente si las perchas tienen diferentes niveles.
10. Cremalleras abiertas y botones desabrochados
Colgando la ropa en perchas, no te olvides de abotonarla y cerrar sus cremalleras. Así mantendrás su forma y existirá menos probabilidad de que se arrugue y se estropee.
Bonus: 9 Maneras de eliminar las arrugas de tu ropa sin usar la plancha
Seguramente, cada uno, al menos una vez en su vida, ha estado en una situación en la que necesita planchar su ropa con urgencia, pero no hay una plancha a la mano. Por ejemplo, cuando estás de viaje.
Plancha para el pelo
La plancha para el pelo es una variante ideal para los lugares de difícil alcance. Por ejemplo, cuellos o pequeños pliegues. Sujeta simplemente con la plancha la zona necesaria, enciéndela a temperatura media y espera varios segundos.
Comprueba que en la plancha no queden cabellos, geles u otro tipo de productos para el cabello que sean pegajosos: pueden perjudicar el tejido de la vestimenta. No utilices este método en prendas delicadas.
Agua + vinagre
Mezcla vinagre blanco (vinagre natural de vino) con agua en la proporción 1:3. Vierte la mezcla en un atomizador y agítala un poco. Ahora ya tienes un spray contra las arrugas.
Vapor del calentador de agua de la abuela
Pon al fuego tu olla calentadora de agua y cuando empiece a hervir acerca la ropa por la zona de las arrugas al chorro de vapor. Sostén la prenda aproximadamente a unos 20 cm de la boca de la olla.
Secador de pelo
Un simple secador de pelo también te será de ayuda. Elige la temperatura más alta y dirige el secador hacia las arrugas.
Vapor en la ducha
Cuando vayas a tomar un baño, abre el agua caliente. Cuelga la ropa lo más cerca posible de la cabeza de la ducha, de tal manera que el agua no la moje. Cierra todas las ventanas y puertas, espera varios minutos. Cuando termines, estarás limpio y las arrugas de tu prenda desaparecerán.
Toalla húmeda
Pon la ropa sobre una superficie plana, puede ser una tabla de planchar o una mesa. Cubre con una toalla húmeda las arrugas profundas y presiona fuertemente sobre la superficie con las manos. Después, deja que se seque la prenda.
Secadora o lavadora en modo “secado”
La función de secado es capaz de alisar la ropa de algodón y de lino. Elige un programa corto, con 15 minutos será suficiente. Si las arrugas son profundas, añade algún objeto húmedo, por ejemplo, un calcetín, una camiseta infantil o un pañuelo.
Una olla caliente
Hierve agua en una olla y luego retírala del recipiente. El fondo de la olla estará lo suficientemente caliente para funcionar como una plancha. Pon la ropa sobre una superficie plana y plánchala tal como si estuvieras usando una plancha. Se verá bastante extraño, sí, pero funcionará. ¡Comprobado!
Cubitos de hielo
Utilizando el modo de secado (o usando una secadora), mete la ropa arrugada en la máquina (5 prendas como máximo). Añade 2-3 cubitos de hielo. Elige el programa de secado y en 10 minutos disfruta de la ropa perfectamente planchada. Sucede que, al derretirse los cubitos de hielo, se evapora el agua y aparece el vapor que necesitamos para alisar las arrugas.